El
fútbol para mí es sinónimo de vida. No percibo mí día a día sin ver, analizar y
debatir sobre fútbol. Desde muy pequeño tuve la oportunidad de jugar fútbol en
varios equipos y desde allí nació mi afición por el deporte rey. Debido a una
serie de problemas físicos no pude seguir jugando a nivel competitivo y por eso
elegí ser Periodista, porque es la profesión perfecta para mantenerme cercano
al mundo del balompié.
A
mis 21 años, he visto mucho fútbol y lo grandioso de todo, es que aún me falta
muchísimo más por ver y aprender. Un partido no son 90 minutos más, un partido
significa dar el todo por el todo por tu camiseta y batallar por miles de
hinchas que esperan con ansias ese grito de victoria al pitazo final.
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Cada
partido te va a dar para ver situaciones y aprender muchas cosas nuevas, así
que soy de los que piensa que no hay expertos en el fútbol porque nunca
terminamos de saber todo en su totalidad, pero sí hay mentes más brillantes que
analizan una situación mejor que los demás. Me considero un analista obsesivo
por las estadísticas y resultados y para nada un romántico empedernido con el
juego ni la táctica porque estoy convencido de que un equipo puede ganar sin
tener el 80% de posesión, pero eso sí, siempre y cuando se ganen títulos,
porque de lo contrario estaríamos en presencia de un fracaso.
El
fútbol tiene algo muy especial que lo diferencia de los demás deportes: que se
juega en cada rincón del planeta y es por ello que, el fútbol es bautizado como
el deporte rey. Esta característica lo hace ser el mejor deporte del mundo en
mi humilde opinión y además, cada temporada aparece un David que derrota al
gigante Goliat y esto en otros deportes pasa con menos frecuencia.
Nombre:
Gabriel Eduardo López R.
Estudiante
de Comunicación Social, Mención Periodismo, en la Universidad Católica Andrés
Bello (UCAB).
País:
Caracas, Venezuela.
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