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Víctor Grao (@VictorGrao)


La Copa América Centenario está llegando a su fin. Luego de casi un mes de competición entre 16 selecciones e innumerables aficionados se definirá un campeón.

Más allá de las canchas, los hinchas buscan maneras de pasar el tiempo reunidos entre ellos. Estados Unidos, una selección relativamente nueva del contexto del soccer ha llevado costumbres de otros deportes al fútbol. El famoso Tailgate es uno de ellos.

Previo a cada partido, los hinchas norteamericanos se reúnen tres o cuatro horas previas en el estacionamiento del estadio donde se jugará el partido. Allí hacen parrillas, toman cerveza, fuman y hacen vida social. Un carro al lado del otro con las maletas abiertas y música. Sentados en el piso o en sillas, la idea es el compartir.



Los precursores de esta idea en el fútbol fueron los Outlaws, denominación de la barra organizada de EEUU. Tal como la 12 en Boca Juniors, los borrachos del tablón de River, los del sur de Atlético Nacional, se comportan los Out of law norteamericanos, con sus marcadas diferencias en cuanto a su presencia tanto dentro como fuera del estadio.

El día previo al partido se reúnen en un bar de la ciudad del encuentro a tomar. Cualquiera puede ir, ajeno a la barra, para presenciar. Cánticos, aplausos, rimas y risas salen de allí. Así también, se puede repetir el día del partido o el siguiente dependiendo del resultado.

Volviendo al Tailgate, el día del Estados Unidos – Paraguay surgió la curiosidad de un extraño juego: el Molkky. Una barra de madera era lanzada contra otras barras de madera en el piso que contenían números. Es de origen finlandés.


La idea del juego es sencilla: hay que tumbar las barras de madera. Cada una tiene una ponderación diferente. LA PIZARRA DEL DT, entrevistó a uno de los miembros del Outlaws que también estaba jugando Molkky. 


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