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Fabrizio Cuzzola (@FabriCuzzo22) y Diego Sancho (@SanchoDiegoo)

Es imposible, antes de comenzar un certamen, no hacer pronósticos. El grupo D del torneo juntaba a Venezuela, Uruguay, México y Jamaica. Gran parte de la prensa internacional daba a Uruguay y México como clasificados amplios sobre una Jamaica fuera de nivel competitivo y una Venezuela sumida en una crisis institucional y un estratega designado hace semanas.

Contra Jamaica fue Josef Martínez; contra Uruguay, marcó Salomón Rondón. Hubo arco en cero en ambos cotejos que dejaron muchísimo a rescatar. Ante México se estaba asegurado el objetivo y se manejaba la opción de ser primero. La media volea de José Manuel Velázquez puso a soñar a la ‘Vinotinto’ con el liderazgo del grupo, pero un gol de ‘Tecatito’ Corona acabó con una racha de 259 minutos de inmunidad para Dani Hernández y la selección en la Copa América. El enfrentamiento en cuartos era ante Argentina y el eléctrico terminó reflejando un 4-1 que, sin lugar a dudas, era muy engañoso tras lo que se vióo en el terreno de juego del Gillete Stadium. Algunos daban por sentado que el grupo de la muerte no era este, porque México y Uruguay pasaban sin complicaciones, pero el último clasificado de la CONMEBOL le complicó la vida al primero de la CONCACAF (Y posteriormente humillado por un Chile que sembró varias dudas) y eliminó al líder de su confederación. El grupo de la muerte era este y era de 3 equipos.

El nivel de juego durante la participación fue interesante por la cohesión grupal en varias fases de juego. La ayudas en la marca, los momentos de sacrificio posicional para lograr superioridades y la gran validez que le da cada individualidad al sistema hablan de un trabajo continuista sobre lo dejado por Sanvicente. Se repasaron las formas en busca de que las piezas encajen, con más tiempo para el ensayo y error. Los cuatro partidos de ensayo se llevaron gran cuota de los errores que se buscaba erradicar colectivamente. Sin embargo, de forma trágica y a medida que avanzada la competencia, los errores salieron a flote. Emergiendo con cenizas de tiempos pasados.

Partidos

.VS. JAMAICA (1-0)

La selección debutaba ante Jamaica con expectativas bajas, los isleños venían de vencer ampliamente a la selección de Chile, campeón reinante  hace un mes y  a la postre en el certamen. Dudamel daba señas de lo que haría en toda la copa durante los amistosos previos. Dani Hernández fue exigido en ocasiones por el delantero centro de los Reggae Boyz, pero respondió a la altura. Salió campante tras tres disparos a puerta y con el visto bueno de su jefe y ex homólogo en el banquillo. Los peligrosos balones largos del guardameta hacia Donaldson, que fueron demasiado para Vizcarrondo en par de ocasiones, el punta jamaiquino no pudo traspasar los reflejos de Hernández. Con el pasar del partido, se fueron disipando las dudas de Wilker Ángel en la zaga vinotinto. Un automatismo que se repetiría durante toda la copa: Rincón y Figuera auxiliando las zonas abandonadas de los desdobles laterales. Rincón por la izquierda y Figuera por el otro flanco. A veces hasta Rondón se sumaba a la marca.

En ofensiva, el gol llegó tras una gran jugada colectiva entre Guerra, Rondón y Martínez. El ataque posicional que tanto deseaba implantar Sanvicente dio sus primeros frutos, aclarado por su sucesor. Josef participativo, buscando una diagonal para sorprender a la última línea con sprints. Guerra a buen nivel en su vuelta a la titularidad y con la misma finura en el último pase que en Colombia. Rondón con muchísima movilidad y presencia en el último tercio. Luego del gol, el rival quedaba diezmado y hubo confianza para administrar la victoria. Para los minutos finales se supo jugar con dominio con  la presencia de Rómulo Otero por los que desequilibrios que causaba y las faltas que recibía. Rolf Feltscher tuvo ciertas resoluciones heterodoxas en balones por la banda izquierda vinotinto, pero conservó el pragmatismo alemán para no complicarse y dividir la pelota lejos de Hernández. Sí, “banda izquierda vinotinto” y “pragmatismo” en la misma oración.

.VS. URUGUAY (1-0)

Partido de antología. El 1-0 pudo ser más holgado, el rival solo molestó una vez al arquero venezolano. Cabe acotar que Luis Suárez no estaba disponible para jugar por los uruguayos. El ingreso de Adalberto Peñaranda le dio más actitud al equipo. Se ubicaba junto Josef cerca de las espaldas de Rondón para que el “Gladiador” tuviese doble opción de descarga tras los balones largos de Hernández. Pero Peñaranda en Granada tuvo que vivir de las migajas de juego que le caían en su primera temporada en España, de modo que sorprendía con acciones individuales fugaces con el balón en los pies.

Quedaron a la luz las deficiencias a la hora de definir de Peñaranda y de Martínez. “Lobo” Guerra, con una ferocidad ofensiva que le mereció un partido brillante. Un disparo que casi se cuela en el arco de Muslera, aprovechado por Salomón Rondón para el único gol del cotejo fue su marca más intensa de visión holística de fútbol ofensivo. Resaltante Alexander González que entró en el puesto del lesionado Roberto Rosales y frenó los ataques ‘charrúas’ por derecha, amparado por las ayudas de los mediocampistas que se turnaban. Hubo otros dos cambios cerca del final del partido, incluido el amonestado Figuera. El, por ahora, volante del Deportivo La Guaira es el que mejor ha hecho dupla con Tomás Rincón en la medular, tácticamente se complementan los oficios en una zona muy influencia. El otro cambio fue Otero, para robarle tiempo a la oposición. Mientras tanto, Juanpi Añor en la nevera. La solidez y superioridad en las bandas valieron gran parte de la victoria. Venezuela entraba en cuartos de final.



.VS. MÉXICO (1-1)

El calor desértico de Texas  combinó con el ardor que desprendía el graderío de Houston, atestado de parcialidad mexicana. Turno de la suplencias, sin embargo. Sólo se mantuvieron Dani, Ángel, Feltscher, Guerra y Rincón. Alexander González por derecha, José Manuel Velázquez – la gran sorpresa de la noche, mucho más allá de su inolvidable gol- en el medio de la zaga, doble 5 con Seijas y Rincón. Interesante dupla delantera Santos – Del Valle, se conservaba la idea de Dudamel de jugar con doble punta, uno que maneje el juego aéreo (Santos, aunque en esta labor salió deudor salvo por la acción de la asistencia a Velásquez) y otro velocista y con más movilidad buscando espacios libres para abrir el radio de acción en ofensiva. ‘Sema’ fue imbatible, sacó a relucir un buen manejo con los pies, sobre todo en la salida del equipo. Dio una sensación de seguridad suficiente para pensar que sustituiría a Vizcarrondo en la zaga en el partido ante Argentina. Del Valle mostró aspectos interesantes, aunque le faltó compañía, mientras que Santos se vió algo incómodo en el terreno, pese a ello tuvo par de buenas intervenciones y dio la asistencia en el gol de ‘Sema’.

No estaba en cancha Carlos Vela. Sin embargo México exigió bastante a Hernández. Los datos de las paradas por partido le sirven al portero para demostrar su influencia en un partido, pero también reflejan lo expuesto que queda el último hombre de la defensa de un equipo. En la acción del gol de Corona el equipo se mostró mesmerizado e inerte. “Tecatito” no realizo regates de “10! Brasileños antes de definir, nadie lo achicó. El tanto en contra fue producto de una situación no esperada por el cuadro de México. Venezuela enfrentaba a un conjunto que dominaba los ataques posicionales con mayor madurez que los suyos. Los ademanes disconformes de Osorio daban la sensación de no haber estado conforme con lo que vio en cancha, pese salir con el liderato del grupo. Días más tarde, Chile materializaría parte de los pesares del estratega colombiano.

.VS. ARGENTINA (1-4)

Cuando juegas con Messi y eres un delantero centro como Higuaín, te es suficiente cumplir tus funciones en piloto automático. El pase del primer gol hacia el “Pipita” fue un retazo de superioridad que pocos terrenales aciertan con tanta espontaneidad. Messi, cuando tiene compañeros para enarbolar juego colectivamente es diferencial. Por en el pobre nivel mostrado en la final: esperaban que regateara a solo a Vidal, Medel y luego a Bravo. Era la primera vez que Venezuela arrancaba un partido oficial con derrota. La prueba psicológica demandó templanza y ofreció más errores, como el de Figuera. Lo que era un burocrático pase hacia la línea de fondo se convirtió en un balón con lazo hacia Higuaín. 2-0.

El temple llegó en el último tercio de la primera parte. La albiceleste tuvo problemas para salir jugando desde su mitad de cancha por el incesante pressing en bloque que aplicaban los vinotintos en ese sector. Y de los balones recuperados se hizo mucho daño. Salomón Rondón estrelló en el poste el descuento y en la pelvis Romero, el empate. “Chiquito” recibió metralla hasta de Rolf Feltscher. Incluso un penal provocó Venezuela en el ocaso del primer tiempo. El marcador no se movió. Contra Uruguay no jugó Suárez; ante México no estaba Vela, pero Messi se hizo sentir en Argentina. 4-1 terminó el partido.

ASPECTOS PENDIENTES:

·         Contundencia: Es el diagnóstico general para todo lo relacionado a fútbol venezolano, la selección supo crear oportunidades más no llegó a definir en momentos clave. Parte llegar con solidez en los minutos finales es habiendo logrado una ventaja que, entre el desgaste y la superioridad mostrada, el rival vea

·         Respuesta a la adversidad: Tanto en la derrota como en los momentos de inferioridad en el juego. Juanpi “Añor se quedó frío en el banco cuando Venezuela necesitaba un hombre que controle la pelota en la mitad de la cancha. Muchos de los primeros cambios en cada encuentro llegaban sobre los últimos quince minutos.


·         Control de agresividad: Así como Tomás Rincón era una máquina de amarillas en la era Farías, hoy lo es Figuera en la de Dudamel. El problema es que jugadores venezolanos de este tipo, que no abundan, perjudican al equipo con sus suspensiones.

ASPECTOS A DESTACAR:

·         El regreso del juego colectivo: La deuda nació en la etapa de Farías. Chita buscó saldarla, pero no supo negociar. Dudamel aportó diplomacia y trabajo. También asumió su cargo a la brevedad y no meses después. La selección no sabía cómo asociarse en jugadas que requiriesen participación de más de tres elementos sin improvisar. El gol a Jamaica, y uno que otro destello en los amistosos previo dan señales de crecimiento. Se está labrando una nueva identidad ofensiva.

·         La amplitud del cuerpo técnico: Se ve algo distinto en contraste con la generación de Sanvicente y la de Dudamel: opciones. El equipo de Rafael es mucho más variado y eso se ha demostrado en el terreno de juego, cuando se ve que el equipo busca obedecer tácticas de jugadas preparadas anteriormente en los entrenamientos. Se notó ordenada la selección a la hora de atacar y defender pelotas paradas.


·         Hombre por hombre: Al aficionado común le preguntabas un XI al iniciar el partido, y probablemente Guerra quedaba fácil entre los suplentes, teniendo a jugadores como Juan Pablo Añor y Romulo Otero en la convocatoria, así como probablemente Christian Santos hubiese ido titular en vez de Martínez. Dudamel vio en los entrenamientos e hizo lo contrario a lo que se esperaba muchas veces. Desde la dirigencia de Caracas F.C. probablemente se esperaba que Rómulo Otero diera un salto de calidad gigantesco tras esta Copa viendo varios minutos, cosa que finalmente no se dio y jugó apenas veinte minutos en toda la competición. Así como el esperado debut de Juanpi Añor se dio en el último partido con apenas media hora jugando, sin contexto anímico para hilar juego. Dudamel lo dejó en el congelador, como Marcos Mathias en aquel Sudamericano Sub20 pasado dónde entró en apenas un partido y logró marcar el gol. Mathias hoy es parte de este cuerpo técnico. Pese a la ausencia del renombre que al principio se esperaba, la fórmula Dudamel dio resultados.





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