Por: Luis Suárez (@Luije77)
Argentina ha pasado gran
parte de su historia futbolística debatiendo entre las ideas de César Luis
Menotti y Carlos Salvador Bilardo. Tan diferentes son en personalidad como en
el planteamiento que usaron para salir campeones del mundo Argentina 78’ y
México 86’. El esteticismo del “Flaco” y el pragmatismo del “Narigón” ha
desembocado en alabanzas y críticas de las generaciones presentes. Sin embargo,
han sido los pioneros de una nueva generación de técnicos que hoy quieren
reescribir la historia del fútbol argentino.
Ser un buen jugador no es
directamente proporcional a convertirse en un ganador de los banquillos. Muchos
se han llevado fracasos inesperados. Para ejemplificar un caso, podemos hablar
de Fernando Morientes. Recientemente despedido del Fuenlabrada de la Segunda B
española, el “Moro” no pudo consumar del otro lado de la raya de cal su éxito
con la Casa Blanca. Ser técnico implica estudiar, ver y anticiparse a algo que
siente el otro. No es sencillo.
A continuación, podremos ver
una breve lista de entrenadores que triunfaron de corto y que están intentando
marcar una época en un balompié que pretende reinventarse desde muchas aristas.
A gusto del escritor, evadiendo el principio de la imparcialidad, son quienes
merecen mención:
Guillermo Barros Schelotto:
El mellizo fue protagonista en condición de jugador del mejor Boca Junios de la
historia, el de Bianchi. La sobriedad que mostraba en campo ha sido extrapolada
usando traje. Su exitoso paso por Lanús le permitió ser campeón y ganarse la
oportunidad de dirigir al Palermo de Italia. Por temas burocráticos, no pudo
demostrar en el país de la bota. Hoy, lo vemos en semifinales de Copa
Libertadores con el club de sus amores. Barros Schelotto es un entrenador que
parece tener claro su destino rumbo a Europa.
Facundo Sava:
El depredador
del área que triunfó en el estadio Presidente Perón. La juventud no dice lo
bien que ha podido jugar el Racing de Sava. Precisamente, trató de hacer fuerte
su equipo desde la línea de ataque hacia atrás. La Copa Libertadores 2016 dejó
un sabor agridulce para la Academia porque mostró una gran propuesta, pero
salió temprano del torneo. El equipo azul y blanco puede estar en vista de un
largo ciclo deportivo que fue puesto en duda en el mercado de verano, pero que
sigue en pie.
Pablo Guede:
El discípulo de
Guardiola se ganó el respeto de Chile por su trabajo en Palestino. No había
sido profeta en su tierra, por ello llegó a las oficinas del Cuervo con la
responsabilidad de sacar triunfos como los de 2014. Su fútbol dista de una
propuesta tradicional. Una y otra vez se ha dicho que su sistema de juego
requiere tiempo. A ras de piso ha
llegado a la final del torneo argentino, pero contradicciones con la gerencia
obligaron su salida del “Cuervo”. Guede es modernidad y ofertas no le van a
faltar.
Marcelo
Gallardo:
El más laureado de la lista merece el reconocimiento de un continente
que enamoró como jugador y que ahora le rinde pleitesía de saco y corbata. Ha sabido luchar contra las constantes ventas
de sus pilares. Cuando un técnico utiliza los recursos a su disposición para
lograr la victoria, estamos en presencia de un hombre con capacidad para bregar
ante la adversidad, algo muy importante, ya que el fútbol es de quienes saben
aprovechar los momentos. Muy pronto, Europa le espera.
Eduardo Coudet:
El Rosario
Central del “Chacho” exhibió el mejor fútbol de la Copa Libertadores 2016,
junto al Atlético Nacional de Reinaldo Rueda. Juego vertiginoso y de
transiciones rápidas son pilares en la propuesta del club rosarino. Sin
jugadores rutilantes, pudo convertir el talento joven en la chispa
complementaria que encendía a los veteranos del equipo. Debe seguir puliendo su
trabajo, pero el presente ilusiona con un futuro prometedor para el exvolante
que lució la camiseta canalla.
Argentina vive un momento
delicado por la situación en la AFA y el vacío técnico. Dentro de toda crisis,
hay sectores beneficiados. Los del sur tienen la mejor escuela de entrenadores de América. Por su talento, pero también de carambola, alguno de
los citados puedes hacerse cargo de la Albiceleste de manera interina, teniendo
en cuenta que en el Viejo Continente hay dos que sueñan con dirigir al
bicampeón mundial: Jorge Sampaoli y Diego Pablo Simeone, los mejores exponentes
de las escuelas de Menotti y Bilardo.
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