El
Millonario iba ganando, pero la salida de Montiel dio un vuelco al partido y
terminaron igualando 2-2. Lo analizamos tácticamente en La Pizarra del DT
Por
Vanesa Doretti (@VanesaDoretti)
River
visitaba el Viaducto con el objetivo de no perderle pisada al líder,
Estudiantes de la Plata, y sabiendo que se iba a enfrentar a un rival que
todavía no pudo ganar un solo partido en el campeonato y, que además, se
encuentra último en la tabla de posiciones. Si bien el Millonario llegaba con
variantes porque tiene a tres jugadores claves tocados
(Maidana-D’Alessandro-Fernández), en la previa tenía el viento a su favor. Y
durante el primer tiempo también. Sin embargo, un hecho fortuito fue
determinante para que River no pudiera conseguir los tres puntos y le empataran
el encuentro.
La
primera etapa fue disputada en mitad de cancha. Arsenal ejercía un pressing
agobiante en ese sector, por este motivo, impedía que los volantes de River
tomaran la pelota y se lanzaran al ataque. También, en ocasiones presionó la
salida del visitante con sus delanteros, estorbándolo.
Presión
en la salida de River
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Pero
el pressing de Arsenal sólo imposibilitó al Millonario en la creación de juego,
no se transformó en la puerta para recuperar la pelota y generar peligro. A
excepción de dos llegadas (la más importante fue un tiro libre desde la
medialuna que provocó Montiel tras una falta). Por esta razón, durante gran
parte del primer tiempo el partido estuvo trabado en el mediocampo: River quería
avanzar, el Arse lo evitaba; el conjunto que conduce Marcelo Gallardo volvía a
hacerse del balón y así sucesivamente.
Le
estaba costando el partido al visitante, pocas veces lograban soltarse los
volantes. Hasta que Arsenal fue mermando esa presión (aproximadamente duró 26’ ), producto del desgaste
físico que genera, y el Millonario pudo adelantarse en el campo. Entonces,
luego de un par de avisos, llegó el gol de Driussi. La jugada la comandó Moreira
-desde el fondo-, le dio un pase a Mora, quien lanzó el centro para el
goleador. Los defensores locales no marcaron a ninguno de los tres.
Poco
a poco, River comenzó a ser vertical y a generar más ocasiones, con las subidas
de los volantes y los laterales. Se fue al complemento con ventaja en el
marcador. Retornó al campo y la amplió con un exquisito gol del Pity Martínez
que vio adelantado al arquero y la picó ¿para sentenciar el resultado? Eso
parecía, pero no. Un hecho inesperado cambió el panorama. Después de eso, el
encuentro se le hizo cuesta arriba al Millonario.
¿Qué
pasó? Tan solo un minuto después del tanto, fue (mal) expulsado Montiel.
Gallardo tuvo que comenzar a mover piezas. Lo primero que hizo fue retrazar a
Ponzio para que ocupara el lugar de central. Sacó a un delantero (Alario) y
dispuso el ingreso de Domingo para reforzar el mediocampo. Más tarde, salió
Casco lesionado y entró Mayada. El técnico hizo un enroque con Moreira que pasó
al lateral izquierdo donde estaba el ex Newell’s y el uruguayo por derecha. El
último cambio fue Alonso por Martínez (lesionado) y lo dejó sólo como referencia
arriba, mientras que Driussi pasó al lugar del Pity por izquierda. Pasando en
limpio: el 5 pasó de 2; el 4 de 3; el 8 jugó de 4 y el 7 de 8. Algo podía
fallar. No eran sus posiciones naturales. Pero el Muñeco no tuvo alternativa:
ante la incesante cantidad de lesionados tuvo que emparchar la defensa con lo
que tenía disponible.
Además,
padeció que Sergio Rondina, el técnico de Arsenal haya puesto bien abiertos a
Fragapane y a Giménez, de este modo, podían lanzar centros con mayor facilidad.
River, con inferioridad numérica, se replegó en el campo y apostaba al
contragolpe o algún pelotazo para Alonso.
River
achicando hacia atrás, a la espera del contragolpe
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Los
que más sufrieron el desgaste fueron Mora y Martínez que estuvieron
omnipresentes. Ni ellos ni los defensores tuvieron descanso. Arsenal estaba
plantado en campo de River y en cinco minutos estableció la igualdad con goles
de Boghossian y Botinelli tras desacoples defensivos del visitante. El Millonario
tuvo el tercero, pero Pellegrino se lo impidió a Domingo.
Finalmente,
igualaron 2-2 y crece la preocupación en River, no sólo porque no pudo mantener
el resultado en varios partidos que comenzó ganando y por no haber vencido al
último de la tabla -que hubiese significado no alejarse del líder- sino que
ahora se suma la gran cantidad de lesionados que posee. Gallardo deberá hacer
malabares para poner un equipo competitivo para la próxima fecha. El rival
justamente será Estudiantes y debe descontarle puntos para que no siga
escapándose. Por empezar no tiene centrales. Maidana está lesionado, Lollo
nunca se recuperó, Montiel expulsado; ¿seguirá Ponzio o debutará otro juvenil?
Esas y varias dudas más, deberá despejar el Muñeco en la semana. Tiene que
sortear este obstáculo porque después viene fecha FIFA y podrá recuperar
soldados.
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