Como en 2009 y 2015 el nivel de la
selección argentina tocó fondo después de un partido contra Paraguay por
Eliminatorias. El antídoto mediático vuelve a ser el mismo: llamar a jugadores
del fútbol local en reemplazo de los que actúan en Europa y renovación total.
Recetas que no atacan el problema de fondo. ¿A qué queremos jugar?
Lucas Jiménez (@LucasJimenez88)
El debate futbolero en la Argentina
antepone gustos a análisis, las opiniones nacen en gustos personales y los
grandes medios se hacen en formato mesa de café donde cualquiera puede decir
cualquier cosa, con una salvedad, los grandes medios forman opinión.
"El
día del partido que perdimos 2 a 0 con Ecuador en el Monumental, cuando
debutamos en las eliminatorias sudamericanas, desde la platea, un grupo de gente
me cuestionaba exactamente lo mismo que decía un periodista por
televisión", declaró hace un tiempo el por entonces técnico del
seleccionado Gerardo Martino a la Agencia Télam.
Cierto
sector del periodismo deportivo argentino encuentra cómplices de su mensaje en
voces calificadas, casi siempre ex campeones del mundo, los únicos con chapa
para opinar según su lógica del que no es campeón es perdedor. Hace exactamente
un año la Argentina empataba con Paraguay de visitante y completaba una doble
fecha de Eliminatorias para el olvido con la derrota contra Ecuador como local
en el debut. Luego se venía Brasil y Colombia, igual que ahora. En ese contexto
el ex jugador del seleccionado y campeón mundial en el '78 Mario Alberto Kempes
declaró: “Si pierde con Colombia, no creo que Martino siga. No tengo dudas de
que habrá movimientos en el banco del seleccionado” Argentina ganó en Colombia
y Martino siguió.
Después
de la pésima actuación del seleccionado en Córdoba contra Paraguay y el 0-1 en
contra el mismo Kempes salió a decir “o Bauza cambia los jugadores o no vamos
al Mundial”. El Matador no reconoció que fue demasiado negativo con Martino
porque el que opina nunca pierde, lanza un dardo que en el mejor de los casos
llega a destino y sino queda flotando en el aire hasta que el olvido haga su
trabajo de sepultarlo.
Los dos malos resultados contra Paraguay en estas Eliminatorias tienen un común
denominador con distinto entrenador, Argentina no tiene un patrón de juego
definido. Algo parecido le pasó luego de una derrota por 1 a 0 también con
Paraguay en 2009 con Diego Maradona de entrenador albiceleste y Gerardo Martino
como DT del seleccionado guaraní. Luego de ese partido salieron del equipo
titular, entre otros, Javier Zanetti y Fernando Gago. El empate en 0 en 2015
con el Tata ya al mando de la Argentina fue lo último en la selección de Carlos
Tevez y Javier Pastore. Luego de la derrota del martes, el clamor popular le
pide a Bauza que aplique un corte con ciertos futbolistas que acumulan malos
partidos hace tiempo como: Sergio Agüero, Marcos Rojo y Ángel Di María. El caso
Gonzalo Higuaín es aparte porque sigue aportando su cuota goleadora pero carga
con el karma de las chances desperdiciadas en las finales perdidas.
En los tres casos el funcionamiento pésimo del seleccionado fue mucho más allá de los
nombres propios. En el contexto de anarquía futbolística cualquiera que entre
va a ser absorbido por el libertinaje mal aplicado y entendido, sirve de ejemplo cómo jugó Paulo Dybala contra Perú y cómo había jugado antes que lo
expulsaran contra Uruguay, juntándose con Messi, en los mejores minutos del
seleccionado con Bauza como entrenador. En par de partidos contra Paraguay con
el "Tata" y el "Patón" Argentina jugó con los 4 atacantes por un lado y el resto
del equipo por otro, tienen como excusa que afrontaron el encuentro con Paraguay
con bajas por suspensiones y lesiones. Ahí radica la primera excusa a
solucionar a futuro: el armado de las listas, donde se empiezan a ganar y
perder las competencias. En 2015 Martino puso doble pivote de características similares como Mascherano y Kranevitter porque no tenía volantes mixtos.
Esta semana Bauza no sacó a Di María de muy floja actuación pero no tenía
jugadores en el banco que le den la posibilidad de abrir la cancha, que puedan
jugar de wing o volante ofensivo por un costado. En la lista estaban: Agüero,
Higuaín, Alario, Pratto, Correa, Lamela y Dybala. 7 futbolistas para dos puestos
si aplicamos la lógica de que el jugador juegue donde lo hace en su club o
donde se siente más cómodo.
El
recambio de Di María no estaba en la lista, Bauza reconoció que está siguiendo
a Marcos Acuña de Racing, Martino había convocado a Lautaro Acosta de Lanús y si
buceamos en Europa como ofensivo por izquierda con desequilibrio aparece
Joaquín Correa del Sevilla y con gol Diego Perotti de la Roma.
Los
mayores cambios del ex entrenador de San Lorenzo en las listas y el equipo
titular afectaron a los generadores de juego, para la última doble fecha ya no
convocó a Javier Pastore y Ever Banega perdió la titularidad para sumar un
atacante más. Las listas de Bauza a nivel ofensivo tienen montones de
delanteros y Banega, que en este contexto resulta imprescindible por nivel
actual en su club y porque no hay otro convocado. Ya como técnico del
seleccionado alguna vez Bauza habló de Franco Vázquez, que jugó algunos
amistosos para Italia pero al no disputar partidos oficiales está en
condiciones de jugar para Argentina. Del fútbol local surge el nombre de
Fernando Belluschi, un volante que combina despliegue, claridad, pegada y gol.
Bauza,
más cercano en idea futbolística a Sabella que a Martino confió en que acumular
a todos los buenos arriba le iba a alcanzar, como le alcanzó en las
Eliminatorias a Brasil 2014 al ex técnico de Estudiantes. Pero la velocidad de
Agüero no es la misma, Di María ya no es el volante completo que mejoró
Mourinho en Real Madrid sino un delantero que busca siempre la jugada
individual y "Pipa" Higuaín ya no es igual de efectivo con la celeste y blanca
como en ese entonces.
“A cada
equipo lo definen sus volantes”, escribió el siempre atinado Diego Latorre en
su columna del diario La Nación. Argentina prescinde ellos y por eso el equipo
queda partido. Bauza llegó al puesto con el que soñó siempre como un técnico
que prioriza el equilibrio, que exprime virtudes, esconde defectos y prefiere
el juego por las bandas a la centralización. Esas ideas no se condicen con
acumular a Agüero, Higuaín, Dybala y Pratto contra Paraguay sin nadie que
desborde. Patón deberá elegir una forma, luego los nombres apropiados y
mantenerla. No tiene tiempo de trabajo, ni amistosos tuvo para probar, dirigió
todos encuentros por los puntos.
En esta
situación de Argentina en repechaje, crítica despiadada, jugadores
desmoralizados y solo 2 días para preparar cotejos trascendentales poner
futbolistas sin rodaje o en otras posiciones solo contribuyen al desorden.
Contra Paraguay 5 de los 11 que arrancaron jugando no son titulares en su club:
Romero, Demichelis, Rojo, Mascherano y Gaitán.
La
próxima doble fecha nos espera un Brasil en levantada y hay que recibir a
Colombia en San Juan, seguramente con la vuelta de Lionel Messi, que maquilla
errores pero no soluciona horrores tácticos y organizativos. La generación que
jugó 3 finales sin poder ganarlas, que se caracterizó por ser siempre
competitiva explotó en mil pedazos. Así como Brasil aprovechó los Juegos
Olímpicos para refundarse, Argentina los usó para destruir lo poco bueno que
tenía construido.
Las
selecciones juveniles siguen sin tener coordinador, la Sub 20 entrenador y la
AFA presidente electo. En este contexto la selección siempre fue un oasis que
hizo parecer normal llegar a finales, ya no lo es, hoy forma parte del mismo
marco que incluye dirigentes destructivos, jugadores bajoneados y un entrenador
que dejó sus convicciones futbolísticas en las puerta del predio de AFA.
Para
llegar al mundial habrá que juntar los pedacitos de lo que fue un gran amor de
verano que duró 5 años, un romance que nos hacía olvidar los problemas
estructurales. Como dice el cantautor uruguayo Fernando Cabrera: “tendremos
suerte si aprendemos que no hay ningún rincón, que no hay ningún atracadero que
pueda disolver en su escondite lo que fuimos”. La refundación
del fútbol argentino no será en noviembre donde sí habrá que barajar y dar de
nuevo agarrando lo poco que queda de lo que fue con el poco margen de lo que
es, hoy prima la clasificación al mundial, “el tiempo está después”.
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