“Recuerdo los primeros
entrenamientos de David Villa (con el
Barcelona). A pesar de que es un tío rápido, dinámico, y que conocía a ocho o
nueve compañeros de la selección, le costó mucho coger la dinámica. Los jugadores
tienen capacidad de mejorar la técnica y sentido táctico a pesar de tener más de 30 años, eso es indudable. También sucede
en el ámbito físico. Puedes pensar que ya no tienes margen de mejora, pero el
cuerpo es una esponja”
Lorenzo
Bonaventura, preparador físico de Josep Guardiola en Barcelona, Bayern Múnich y
Manchester City
La luna de miel entre Pablo Guede y Tito Vilanova tuvo un sinfín de anécdotas.
Jugaron juntos en el Elche y conservaron la amistad luego del retiro. El
argentino solía visitar a su amigo en el Barcelona como segundo y luego primer
entrenador, acudía a los entrenamientos. Quizá en esos viajes fue donde Guede
fue convenciéndome de cuál debía ser, pese las complejidades, su idea de juego.
Por aquellos tiempos, el club catalán jugaba con David Villa de 9, rodeado de Lionel Messi y Alexis Sánchez en
cada costado. Alexis y Messi eran (y son) capaces de hacer el movimiento con
balón desde una banda hasta el carril central y Villa simplemente oscilaba
entre los costados, perfilándose para recibir. Tanto el chileno como el
argentino ocupaban un tridente muy abierto que estiraba la línea defensiva
rival y le daba un margen espacial considerable a Villa en el carril central. El concepto del delantero móvil que marcaba el
pase de adentro hacia afuera retumbaba en la mente del entrenador argentino luego de aquellas visitas a la capital catalana.
Cuatro años después, Guede llega a Colo Colo y se encuentra con el delantero Esteban
Paredes. Muy a pesar de conseguirlo un tanto avanzado de edad (36 años), le
planteó lo que buscaba en él. Su rol demandaba más espontaneidad posicional que
rapidez. El delantero anteriormente había cumplido con ciertas características
parecidas a las que el ex DT de Palestino sugería, de modo que la adaptación no
fue difícil. Usando el mismo dibujo que venía trabajando Sierra y, casualmente,
el mismo de Vilanova con el tridente. El 4-3-3 encajó para que Paredes siguiese
en siendo el finalizador nato del Cacique.
Esteban Paredes con la pelota y los dos wings abiertos crean un frente de ataque que estira la última línea defensiva
Paredes siempre fue un referente ofensivo desde su vuelta al fútbol
chileno. Acarreaba un importante récord goleador y desde la llegada de Guede a
Santiago, más de la mitad de las dianas del albo son de Visogol. Si nos ponemos estrictamente estadísticos, lleva 8 goles.
Más de lo que llevan Nicolás Castillo (4), Eduardo Vargas (0) y Mauricio
Pinilla (1) juntos en sus respectivos clubes esta temporada. Quizá por eso Juan
Antonio Pizzi lo haya convocado para la próxima fecha FIFA.
Colo Colo quizá este muy lejos del título en el actual semestre. En
todos los equipos que dirigió, transmitir su visión no fue tarea fácil. Lo
cierto es que este es el quinto club que dirige en cuatro años de carrera como
entrenador. Y la convocatoria de su delantero a la bicampeona de América es su
primera gran marca de gestión. Sería interesante ver qué sucede cuando la
relación entre el entrenador y un equipo no sea solo una luna de miel sino que
se proyecte a largo plazo.
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