Cosme González (@CosmeGonzalez)
La
final del futbol mexicano por fin llegaba tras una larga espera, y no podía
haber mejor escenario que el Estadio Azteca. Tigres y América se veían las
caras en este primer encuentro. Lavolpe contra Ferreti, técnicos experimentados
y con un nombre en el futbol nacional, que jugaron su encuentro. Ambos se
estudiaron a fondo y el marcador quedó igualado a un tanto.
1.- Las formaciones
Para
este partido, Ricardo Antonio Lavolpe dejó de lado la formación que había
utilizado recientemente, el 1-5-3-2, y optó por un 1-4-4-2. En la portería
inició Moisés Muñoz, en la central Pablo Aguilar y Paolo Goltz; en la lateral
izquierda, Miguel Samudio y por derecha, Bruno Valdéz. El medio campo
presentaba una doble contención con William Da Silva y Chepe Guerrero; volante
por derecha, Renato Ibarra y por izquierda, Rubens Sambueza. En la delantera,
la dupla compuesta por Oribe Peralta y Michael Arroyo.
Por
su parte, los comandados por Ricardo Ferreti salieron con su habitual formación
de 1-4-5-1, o bien el 1-4-4-1-1. En el arco Nahuel Guzmán, en la central Hugo
Ayala y Juninho; como lateral por izquierda Torres Nilo, y por derecha Jesús
Dueñas; en la contención estaba Guido Pizarro y como volante mixto Lucas
Zelarayan; volante por derecha, Jurgen Damm y por izquierda, Javier Aquino.
Como media punta quedó Ismael Sosa y adelante, como única punta, Andre Pierre
Gignac.
2.- Las variantes
A
Lavolpe se le reconoce esa cualidad de saber acomodar su equipo conforme las
necesidades del encuentro o en base a las virtudes del rival para contrarrestarlas.
Sabiendo que a los Tigres su propio dibujo táctico les favorece jugar por las
bandas, y que eso representaría una debilidad para los de Coapa, Lavolpe cambió
la formación y le jugó uno contra uno en los pasillos laterales. Lavolpe logró
imponerse, al grado que ni Aquino ni Damm llegaron con peligrosidad al arco
rival como acostumbran. Jurgen estaba preocupado por Rubens y Aquino por
Ibarra, y ambos jugadores felinos ayudaban constantemente a sus propios
laterales para que no se vieran superados en el mano a mano. “El equipo está
fuerte y está completo, tiene variantes”, dijo Lavolpe previo al partido de ida
de la final.
Por
el otro lado, Tuca detectaba que su juego posicional no rendía frutos y optó
por reacomodarse. Decidió replegarse y esperar al rival en su propio campo.
Incluso, a Ismael Sosa y a Gignac se les veía en labores defensivas haciendo el
recorrido de líneas para marcar pases. El gol de los Tigres cae así: los felinos
bien parados en el fondo, recuperan el balón y a velocidad mandan a Gignac que
resuelve con una gran jugada.
Tigres
es fuerte por las bandas, pero la estrategia de Lavolpe obligó a Ferreti a
centralizar el juego, atrayendo a la mayor cantidad de elementos del América
para posteriormente abrir hacia las bandas, y para que ya con un poco más de
espacios, estos fueran aprovechados por la velocidad de Damm, Aquino o Sosa, ya
en un mano a mano contra los zagueros americanistas.
3.- Zonas de presión
El
cuadro americanista buscó recuperar el balón lo más cercano posible al arco
rival. Los primeros en ir tras el balón eran Oribe y Arroyo, y a ellos se les
sumaban Rubens Sambueza y Renato Ibarra. Cuando Da Silva se salía de la
contención también ayudaba en la presión a los Tigres, dejando solo en la
contención al Chepe.
Tigres
decidió defenderse bien, cerró espacios y buscó jugar lo más compacto posible.
En repetidas ocasiones se vio a los 11 jugadores de Tigres en su propio campo
dificultando el tránsito del balón, y retardando las transiciones peligrosas
defensa-ataque de los americanistas.
Además,
sabiendo de la peligrosidad de las individualidades de los elementos del equipo
americanista, Tigres siempre buscó encerrar a los jugadores rivales. Llegaban a
verse enfrentamientos de hasta 6 contra 2 buscando recuperar el balón. Javier
Aquino, en conferencia previa al encuentro, se refirió al América como un
equipo peligroso, vertical y con grandes jugadores.
4.- Jugadores clave
Ambas
escuadras tenían en sus filas un jugador clave que cumplía una doble función.
En sus tareas estaba el ayudar en la recuperación en el medio campo e
incrustarse como tercer central y formar línea de cinco en el fondo cuando era
necesario. En Tigres, este comodín era Guido Pizarro, quien generalmente era el
organizador del juego desde esa zona dándole amplitud a los laterales. En el
América, inició Chepe Guerrero, y para el segundo tiempo ese papel lo tomó el
canterano Edson Álvarez.
5.- Tapando salida
Es
reconocido a nivel mundial que a Ricardo Antonio Lavolpe le gusta que sus
equipos salgan con balón controlado desde atrás, que busca que en el saque de
meta el arquero inicie el juego en corto, y poco a poco ir avanzando de forma
organizada. Sabedor de esto, Tuca mandó presionar para obligar a Moisés Muñoz a
reiniciar mediante el juego directo.
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