Ricardo Pinilla (@RicardoPinilla4) en El Dorado Magazine
La selección Colombia
concretó su clasificación al Hexagonal final del Sudamericano sub-20 luego
de derrotar uno por cero a Chile. Por segundo partido al hilo, el equipo del
Carlos Restrepo, que está tomándole el ritmo al campeonato con un plan de juego
mucho más físico y vertical, nuevamente dejó la valla intacta. Dicho lo cual,
en esta ocasión, regaló acciones, como en el caso de gol, de toques finos y
posesiones de valor defensivo. Así pues, el Piscis parece haber hallado el
rumbo con un sistema que se sustenta y sobrevive a groso modo por su defensa.
De entrada, el Piscis
anunció intenciones con Ever Valencia en lugar de Juan Camilo Hernández. Un
cambio en la alineación que explicaba nítidamente el cero antojo de balón, a
priori, que tenía Colombia. Y así transcurrió el choque, con una Colombia que
alternaba la altura de su bloque defensivo en campo propio, llevando a través
de la altitud de su retaguardia la iniciativa del mismo. Y aunque Chile
progresaba sumando pases desde su salida de balón, la tricolor siempre se
sintió cómoda en su territorio.
Para el segundo tiempo,
con Daniel Rojano por el amonestado Kevin Balanta y el idéntico ejercicio
defensivo de los primeros 45 minutos, Colombia creció con Atuesta y Valencia de
interiores, Obregón en la derecha, Díaz en la izquierda y Nike Gómez en punta.
Rojano posee una serenidad y lectura defensiva que no corresponde con su edad,
y es por ello que la selección siempre gana en estructura y estabilidad con el
futbolista del Once Caldas en el verde. De este modo, Ever Valencia, con su
diagonal de derecha al centro con pelota controlada, y Luis Díaz, con su
talento para gambetear en espacios remotos, se potencian porque no desconocen
quién queda atrás, qué sabe hacer y cómo lo hace.
Renglón aparte amerita
Eduard Atuesta, que nuevamente dejó vislumbrar las condiciones de las que goza.
El santandereano es un portento en todo lo relacionado con el inicio, el
desarrollo y la conclusión de la jugada, revelándose como un superdotado a lo
ancho y largo del juego. Atuesta es jerarquía prematura y permanente con la
bola en los pies. Tanto de su variedad de toques como de su soberbio golpeo,
Atuesta ahorra procedimientos que Colombia advierte para llevar a cabo en
integridad la idea sobre la que hace hincapié Piscis Restrepo.
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