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Diego Sancho (@SanchoDiegoo)

 La ley básica del fútbol es que gana el que mejor engañaDante Panzeri

Un jugador es lo que es en un equipo por las sociedades que crea con sus compañeros. Por eso cuando se marcha con su selección o a otro club, no rinde igual. No hay que saber mucho sobre teoría de sistemas para comprender que la modificación de uno de sus componentes interdependientes altera todo su funcionamiento. En el caso en cuestión, de San Carlos de Apoquindo se fue Nicolás Castillo y llega el uruguayo Santiago “Tanque” Silva.

Castillo brilló con Universidad Católica, pero gran parte de ese rendimiento, como pasa con casi todos los delanteros, tiene mucho mérito en los apoyos de su equipo. Mario Salas lo tenía como el finalizador nato de jugadas. Si un equipo logra jugar para llegar con sorpresa con su hombre de mejor pegada al arco, normalmente haga varios goles.

Amén de tener en cuenta todas las complejidades, son jugadores de características similares. Si bien un jugador de 36 no tenga el biotipo pesado que el flamante Castillo, ambos son jugadores de gran pegada. El remate es la mejor parte de su juego, por eso es que su rendimiento les exige, principalmente, goles. En Banfield, el “Tanque” tuvo problemas para llegar con peligro pese a contar con gran técnica de cabeceo y potente pegada.

Dante Panzeri decía que en el fútbol gana el que mejor engaña. Usar un referente de área tan evidente como Castillo o Silva es una declaración de intenciones muy obvia. Los rivales sabrán a quienes tienen que anticipar para que no reciba balones y, por ende, no anote. Por eso importante que ese “9” clásico tenga otros compañeros de ataque que aproveche los espacios que va creando. Que Bounanotte, Noir o Fuezalida también se involucren y ayuden a que el comportamiento ofensivo cruzado sea impredecible.


Muy a pesar de las preferencias del profesor Salas, su idea de juego cambió. Porque la táctica la arma el técnico, pero sus componentes son los jugadores. Castillo por Silva es un cambio, sería injusto pedirle los números del primero al segundo. Quien esté esperando lo anterior aspire a decepcionarse, porque la vara la dejó muy alta. Lo que sí se puede esperar que rinda de manera similar desde el juego. Salvo la potencia física perdida, se trata de un fichaje compatible.

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