Cosme González (@CosmeGonzalez)
El
partido de vuelta de la final del futbol mexicano presentaba a las Chivas del
“Pelado” recibiendo los Tigres y
actuales campeones del “Tuca”. Desde el inicio, el Guadalajara salió a buscar
el campeonato. Con marcador global de 4 a 3, Almeyda le ganó la partida a
Ferreti.
1.- Formaciones en defensa
Tigres,
al inicio del encuentro defendía con un 1-4-4-2, las dos líneas de cuatro
estaban bien claras y muy bien organizadas. Dueñas y Pizarro en la contención,
en las bandas, Damm y Aquino por derecha e izquierda respectivamente. Arriba,
como primera línea de presión estaban Gignac e Ismael Sosa.
Otra
forma de defender de los Tigres, fue con el dibujo táctico de 1-4-4-2, con
medio campo en forma de rombo, Pizarro, se colocaba como medio centro para
ayudar a los centrales en la marca, y generar superioridad. Dueñas, se colocaba
como media punta, solo por detrás de Sosa y Gignac. Interiores, por derecha Damm
y por izquierda Aquino.
Por
su parte, las Chivas, buscaban la superioridad numérica en defensa, los
zagueros del Guadalajara, constantemente se veían mano a mano con los
delanteros del cuadro visitante, esto, debido a que Sosa no jugó como media
punta, sino que saltó a la cancha del Omnilife como un segundo delantero,
acompañando a Gignac en esa zona.
Salcido, que inició el encuentro como segundo contención, bajaba y se colocaba entre los centrales para generar
la superioridad numérica de 3 a 2.
Ya
para el segundo tiempo y con la ventaja en el marcador, Almeyda, mandó línea de
5 nominal en el fondo. Carlos Salcido se colocó entre los centrales del
Guadalajara, y este movimiento le dio al equipo comandado por el “Pelado” mayor
seguridad, y sobre todo superioridad numérica. Siempre con jugadores cercanos
para escalonarse y hacer coberturas.
2.- Marcación personal
Desde
el encuentro de ida de la final, las Chivas, se encontraban muy cerca del
jugador rival, el caso de Orbelín Pineda, siempre cerca de Guido Pizarro, el
argentino, es normalmente el iniciador del juego de los comandados por el
“Tuca”. Los centrales, tanto Ayala como Juninho, al no tener línea de pase
cercano, se veían obligados a realizar juego directo, y brincar líneas.
Cuando
el flujo de la jugada lo ameritaba, se intercambiaban posiciones Orbelín y
Pulido, quien ejercía la primera presión era Pineda, y Alan, se quedaba siempre
cerca de Guido Pizarro para eliminar esa línea de pase.
Para
el partido de vuelta de la final, este movimiento también se realizó en
repetidas ocasiones, el intercambio de posiciones entre Pulido y Pineda era constante,
pero siempre Guido Pizarro, debía de tener una marca para eliminar esa línea de
pase.
La
marcación personal, no solo se dio en el medio campo, también se realizaba en
zona defensiva del equipo del Guadalajara. Para el segundo tiempo, ya con la ventaja
en el marcador, el “Pelado” mandó a Salcido a línea defensiva, formando una
línea de 5 nominal. Esto permitía que cuando Sosa o Gignac se botaran a medio
campo por balón, los defensas de las Chivas (Alanís, Salcido o Pereira) lo
hicieran también para no darle tiempo ni espacio al receptor.
3.- Aprovechar los espacios
El
Guadalajara, desde el primer encuentro buscó generar espacios, sobre todo con
las botadas de Alan Pulido a zona media, y con Pizarro haciendo diagonales de
la banda a pasillo central, para ganarle la espalda a sus marcadores.
Las
constantes incorporaciones de Orbelín Pineda al ataque, más la amplitud que
mostraban los elementos del Guadalajara, permitían alargar a la defensa y generar
espacios en pasillo interior que después eran aprovechados.
El
primer gol del equipo de las Chivas en el partido de vuelta, llega por un
movimiento que Pulido realiza a la espalda de Juninho. Pase largo de Alanís
cerca del medio campo, y Alan, tras el mal fildeo del defensa felino, remata a
portería con una gran técnica individual.
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