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Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)

El venezolano seguirá colocando la alarma para despertarse y/o preparándose un café para activarse, con la intención de buscar una felicidad con la Vinotinto; ya que Venezuela estará entre las ocho mejores selecciones del Mundial Sub-20.

Los chamos de la categoría Sub-20 se sienten todavía como aquellos niños que le rechazaron el bate de béisbol al papá y le pidieron a Santa Claus un balón de fútbol.

Venezuela sufrió para ganar contra Japón; pero sigue ilusionando y avanzando instancias del Mundial Sub-20. La cuestión es, ¿cómo lo están consiguiendo?

1.   Trabajo defensivo. Venezuela tiene 390 minutos sin recibir gol en el Mundial Sub-20, sobre todo gracias al orden táctico defensivo basado en mantener las líneas juntas, la intensidad en presionar al rival y la capacidad de sus futbolistas para robar el balón. Saben cómo cerrar espacios. Contra Japón controló; pero cuando los japoneses consiguieron el dominio, apareció Wuilker Faríñez salvar a su selección.

2.   Juego asociativo. Se sigue demostrando que la intención de Dudamel es tener una selección con toque, toque y toque, donde la calma se convierta en su mayor virtud.
A Venezuela, contra Japón, le costó mantener la paciencia para administrar mejor los espacios. Por ejemplo, se aprovechó muy poco a José Hernández por fuera, futbolistas como Peñaranda o Soteldo priorizaron sus acciones individuales. Y también, Yangel y Ronaldo Lucena tuvieron problemas para dominar el ritmo del partido, por momentos, estuvieron acelerados y nerviosos.  
Sin embargo, Venezuela, partido a partido, sigue atacando espacios y gestionando con pausa. Hay circulación automatizado y con fluidez. Objetivos marcados y mentalizados.

3.   Balón parado. Durante la preparación para los torneos oficiales, en el Sudamericano Sub-20 y, ahora, en el Mundial Sub-20, se está demostrando que las jugadas a balón parado son un arma letal para la Vinotinto; ya que cuenta con una gran combinación, excelente cobrador (Ronaldo Lucena) + muy buenos cabeceadores (Nahuel Ferraresi, Williams Velásquez, Yangel Herrera, Ronaldo Peña…).

4.   Mentalidad. Competitiva y ganadora. Es una generación de futbolistas que aman jugar al fútbol, dejan todo en el campo por la camiseta de la selección y por dejar una huella, y, además, poseen un talento único. 

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