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Luis González (@luchvr)
La selección peruana afronta un hecho inédito en sus últimos 40 años. El repechaje está a la vuelta de la esquina y el entrenador no quiere guardarse nada. ‘El Tigre’ sigue apostando a ciegas por el futbolista peruano del torneo local y esta vez llama a un jugador que hace 5 años se dedicaba al negocio de las joyas.

El 30 de noviembre del 2014, Deportivo Municipal volvía a la Primera División, uno de los equipos más tradicionales del fútbol peruano, después de 7 años. En Huaral, la ‘Academia’ daba la vuelta olímpica frente a los hinchas que los veían celebrar y llorar. Adrián Zela gritaba con los demás jugadores, viendo cómo se cumplía la meta que se trazaba en enero cuando decidía volver al fútbol profesional. Dejaba el deporte a los 21 años y a cuatro años más tarde salía campeón en su regreso a la actividad.

Mientras levantaba el trofeo de la Segunda División, no tenía ni idea de que el fútbol le daría otra gran oportunidad: ser uno de los elegidos para clasificar a Perú a un Mundial después de 37 años.
Pausa a la diversión
Defensor toda su vida, desde los campeonatos interescolares con el Colegio Carmelitas. Alianza Lima fue el club que le dio la oportunidad de probarse y en donde incursionó en los torneos de menores. Sin embargo, fue con Universitario de Deportes donde obtuvo su primera presencia en el campeonato peruano. A los 20 años debutó profesionalmente con el Bolognesi de Tacna, club al que el conjunto crema lo prestó.

Fue cuando la selección nacional Sub-20 lo llamó para competir en el Sudamericano que se jugó en Venezuela en el 2009. Su primera experiencia internacional acabó con cero puntos y el equipo eliminado en fase de grupos. Cuando regresó, la situación no mejoró. Universitario comenzó una crisis económica que continúa hoy en día. Adrián tuvo minutos de juego con el primer equipo; pero con 21 años, la responsabilidad de las derrotas recayó hacia él por su posición y su juventud. En medio de esa incertidumbre, empezó a sentir que la diversión de ser futbolista comenzó a apagarse pronto. Y decidió dejar el fútbol.

Como es habitual, los jugadores al verse sin chances en esa profesión deciden estudiar una carrera universitaria. Zela optó por una línea diferente: la gemología. Con el apoyo de su padre, viaja a EEUU para estudiar una carrera atípica en Perú y que sí existe en California.

Al volver al país, colocó su empresa de joyas. Más cerca de los zafiros y rubíes que al fútbol. Estando más cerca del básquet universitario incluso. Desaparecido del radar futbolístico, su vida comienza a cambiar constantemente. 

La elección más trascendental
El juego es diversión. Adrián nunca lo olvidó. Tanteó posibilidades de volver a jugar al fútbol y encontró una en la Copa Perú del 2013. Forzó su regreso para competir con el Lima Cricket y San Lorenzo Porochoca.

Las probabilidades de trascender fueron pocas, pero bastó para seguir cerca al deporte. En enero del año siguiente, se encontró con el Deportivo Municipal. Óscar Vega, un amigo de la infancia, lo llamaba. El hijo del presidente del club le ofreció acompañarlo y ser uno de los refuerzos del equipo, que tuvo como proyecto volver a Primera. Sin dudarlo, se trazó la meta de levantar a Municipal hacia el espacio histórico que ocupó en sus mejores décadas. Y diez meses después lo cumplió.

Desde el 2015 ha jugado 109 partidos con Municipal. Defensor titular indiscutible. Segundo capitán. Zaguero fuerte, que utiliza muy bien su 1,86 metros en el juego aéreo. Es vehemente para el juego friccionado, pero con el tiempo ha ido corrigiendo su temperamento. El año pasado consigue jugar 43 encuentros y esta temporada está muy cerca de igualar su marca. Adrián nunca pensó encontrarse en esta situación con una continuidad importante en su carrera como futbolista, pero no lo sorprende.

¿Por qué lo eligió Gareca?
La clasificación para el Mundial de Rusia 2018 ha sido durísimas para Perú. Después de una primera vuelta bastante negativa, Gareca supo darle vuelta al rendimiento de su equipo, consiguiendo en una remontada espectacular el repechaje.

Nueva Zelanda es el último peldaño para Perú en el camino hacia Rusia 2018. La convocatoria no es extraña, ya que se han llamado a los jugadores habituales. Sin embargo, las lesiones han llegado inoportunamente.

Miguel Araujo fue descartado para el partido de ida con los neozelandeses. El viaje hacia Oceanía no es sencillo de tramitar. El argentino tenía una convocatoria fija, pero reservó una pequeña lista, donde Adrián estuvo incluido y luego de conocerse la lesión de Araujo fue convocado.

Sin embargo, no era el único postulante. Carlos Zambrano y Alexander Callens son dos zagueros que militan en el exterior y están en momentos bastante buenos. El primero participó de las primeras listas de Gareca, pero luego dejó de ser tomado en cuenta. Por otra parte, el segundo ha jugado todos los partidos este año con el New York City y su estilo de juego encajaría bastante bien en la idea de la selección, pero no es convocado por un gusto personal del entrenador.

No pasa desapercibida tampoco la regularidad de Zela en el campeonato local. Gareca ha visto en él una historia de superación que lo atrae, como las que han tenido Christian Cueva, Edison Flores, Miguel Trauco, José Manzaneda y más del 60% de los seleccionados.

Sus aptitudes físicas argumentan el por qué está entrenando con la absoluta. Nueva Zelanda es un equipo duro en el juego de la fricción, además de que el juego aéreo es una de sus principales características ofensivas. Adrián Zela es una apuesta más de Ricardo y la más sorpresiva hasta el momento y es una de las tanas historias que tiene la selección peruana de Ricardo Gareca.

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