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Víctor Grao (@VictorGrao)

Nombres como Maxi Rodríguez, Walter Gargano y Cebolla Rodríguez nos hacen creer que estamos en las eliminatorias al Mundial 2010. Pero no. Extrapolándolo al 2017, se traslada al Peñarol dirigido por Leonardo Ramos y que muestra unas facetas de toque de primera, salida en limpio y asociaciones que le permiten nadar como pez en el agua en el torneo uruguayo.

Si bien los nombres anteriormente mencionados hacen creer que es un equipo longevo, el aurinegro asoma jugadores jóvenes que proyectan a complementar –a futuro- la selección charrúa: Diego Rossi (19 años), Guillermo Varela (24) y Ramón Arias (25), solo por nombrar algunos.

Liderando el torneo y jugando un futbol envidiable, Peñarol endosa 7 victorias al hilo entre septiembre y octubre. Pero, ¿cómo lo ha conseguido?

Factor sorpresa y movilidad  

Peñarol cuenta con elementos sorpresa y jugadores de buen toque de balón. Las rotaciones constantes de bandas de sus extremos hacen que los laterales no se acostumbren a la presencia de un solo elemento por su banda. Rossi puede aparecer por derecha y Estoyanoff por izquierda; pero al cabo de 10 minutos rotan. No cambia la disposición si aparece el Cebolla Rodriguez por la banda.

La movilidad se complementa con el uso de un “falso 9” que aparece como sorpresa en el área, desde la zona de volantes. Maxi Rodríguez es –quizás- el especialista en esta faceta




La movilidad y el entendimiento de la apertura del espacio para el jugador que llega desde la línea de volantes hace que se cree superioridad numérica favorable en el área.

Salida y apertura de cancha

Peñarol ha demostrado ser un equipo amplio. Sus extremos reciben siempre bien abiertos y los laterales al incorporarse al ataque (siempre lo hacen), se unen haciendo una corrida por la raya lateral. Lo que permite la movilidad de un lado al otro de la cancha.


No solo eso. A Pereira o Gargano (señalados en rojo), se les permite la movilidad y la distribución con varios jugadores para su elección.

Generalmente, el primer delantero baja a recibir (el falso 9 mencionado anteriormente), siendo 3 (o más) las posibilidades de pase con las que cuenta. El segundo contención, queda o se adelanta para fungir de tapón o de posibilidad extra de pase.



Una vez realizado el pase, los laterales proyectan, sumándose como opción.


Peñarol suele ser un equipo que ataca hasta con 7 hombres, quedando 3 en defensa: los dos centrales + un contención. 




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