Diego
Baquero (@DiegoBaco23)
De la mano de Mauricio Pochettino, director
técnico del Tottenham Hotspur, este colombiano de tan solo 21 años, que hace
menos de media década jugaba en La Troja, - complejo deportivo ubicado cerca de
Jamundí, Valle del Cauca - está en boca de todo el mundo.
En
sus inicios, su estatura (1.85 m) no pasó desapercibida y, como si hubiese
estado escrito en un libro de fantasías, este aguerrido defensor se cruzó con
alguien que cambió su vida: Juan Carlos Osorio, campeón con Atlético Nacional y
actual entrenador de la selección de México. En 2013, el defensor colombiano recibió
una llamada en sus vacaciones en julio en la ciudad de Cali, donde se le invitó
para asistir a un desconocido complejo deportivo para observar algunos partidos
de juveniles.
“Vi
un jugador alto, con buen físico e inteligencia para jugar; se paraba como un
volante de marca, se movía muy bien en la cancha y tenía gran precisión en los
pases lineales, pero no mucho en los diagonales” cuenta Osorio. “Me
le presenté, respondió muy bien y le dije que me interesaba llevarlo a Atlético
Nacional pero… como defensor”.
No obstante, antes de tomar rumbo a la ciudad
de Medellín. Debió pedirle autorización de su madre, debido a que en ese
momento tenía solamente 17 años de edad. Esther Mina, sin dudarlo, le dio su
bendición y partió a Medellín en agosto del 2013 a entrenar con la plantilla
profesional de Atlético Nacional.
“Con
él hicimos ejercicios de conducción diagonal y pase recto y, conducción recta y
pase diagonal y le fue bien. Tuve el placer de ponerlo a debutar, hoy en día es
un orgullo del país, ojalá siga progresando”, recuerda Osorio.
Solo tres meses después (27/10/2013) de su
llegada a Medellín, en el gramado del Atanasio Girardot, jugó su primer partido
oficial en el Fútbol Profesional Colombiano, en donde Atlético Nacional perdió
frente a Boyacá Chico.
Desde ese momento, a pesar de que durante su
primer año y medio en el club paisa no tuvo muchas oportunidades, empezó su
crecimiento. Con la llegada de Reinaldo Rueda se consolidó como titular
inamovible junto a Alexis Henríquez. Juntos conformaron la dupla central que
ganó la Copa Libertadores de América del 2016.
Gracias a sus excelentes actuaciones en
Atlético Nacional, el Ajax holandés pagó 5 millones de dólares para hacerse
con sus servicios. En su primera temporada fuera de Colombia, se ganó
rápidamente un lugar dentro del onceno titular y contribuyó a que el equipo
cuna de grandes figuras como Johan Cruyff, Edwin Van der Sar, Patrick Kluivert,
entre otros, volviera a las primeras planas del fútbol europeo alcanzando el
subcampeonato de la UEFA Europa League frente al Manchester United de José
Mourinho.
Cuando muchos grandes equipos europeos se fijaron
y preguntaron por él, Mauricio Pochettino pidió su fichaje a toda costa, tanto
que se convirtió en el fichaje más caro de la historia del Tottenham Hotspur,
quienes pagaron 54 millones de dólares por el defensor central colombiano. Desde
su llegada al equipo inglés, al igual que en su anterior experiencia europea,
se consolidó rápidamente en el equipo titular del entrenador argentino.
"Él
es muy agresivo, rápido y le encanta jugar con el riesgo a sus espaldas. Es una
oportunidad enorme porque creemos que será uno de los mejores centrales del
mundo. Es joven y en la Premier League, cuando empiezas a jugar y vienes de
Holanda, siempre es un gran impacto, pero para él fue muy bueno haber tenido
esa experiencia"
declaró Pochettino después de la llegada del central colombiano.
Todo lo anterior le permite alcanzar uno sus
grandes logros, quizás el que más le ha costado pero el que más está
disfrutando, es decir, llegar, para quedarse y consolidarse a la selección de
Colombia, la cual ya tiene asegurado su pasaje al Mundial de Rusia, donde está
perfilado como uno de los pocos seguros titulares del equipo de José Pekerman que
va a ser parte de la próxima cita mundialista.
Casi cuatro años después de aquel debut (27/10/2013)
en el Atanasio Girardot, deslumbra en los grandes campos europeos en donde el Tottenham
Hotspur se acostumbra a competir; con tan solo 21 años, Davinson Sánchez Mina,
una de las grandes promesas del fútbol mundial, nunca va a olvidar las
vacaciones que cambiaron su vida.
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