Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
Le tocó una camiseta pesada. Demasiado. La de una
selección con una nacionalidad importante en el mundo del fútbol, reconocida en
cualquier rincón del planeta. Llegó para apagar el incendio. Y para suministrar
una identidad de juego, un modelo definido. Aquellos debates sobre cómo jugar,
sobre las malas sensaciones en el campo y sobre los pésimos resultados se están
simplificando. La aparición de un técnico moderno, un tipo ganador con equipos “grandes” de Brasil (Internacional y Corinthians). Un entrenador flexible con
su idea. Así es Adenor Leonardo Bacchi, mejor conocido como “Tite”.
Esa flexibilidad se basa sobre todo en el dominio. En esa
búsqueda del apoyo, la asociación, la creatividad, la triangulación. En donde
el mediocampo se caracterice por la movilidad, ya sea en cada jugada corta y
larga. Con agilidad y rapidez. Para desmarcar y romper. También la búsqueda de actuar
en la presión alta al rival y la velocidad en el tercio final. Y dentro de esa
intención puede entrar un futbolista de la nueva generación: Arthur.
Arthur, con poca participación en la sub-17 y sub-20 verdeamarela,
recibe su llamado con la selección mayor de Brasil para demostrar la gran
calidad técnica de la cual está caracterizado. Aunque su posición invite más al
trabajo defensivo, es una volante con condiciones de un futbolista moderno, ya
que puede manejar muy bien de la mano el atacar y el defender. Su rol es
proteger la línea defensiva, pero su mayor intención es recuperar el balón para
mantener o retener la posesión del juego, con su manera elegante de conducir,
recibir y tocar.
Lo que más llama la atención de su juego es su manera de
ofrecerse constantemente en la base de la jugada para imprimir fluidez en la
posesión o brindar rapidez para la verticalidad. Sobre todo el primer caso. Es
un tipo de futbolista que destaca en el toque en corto, donde es muy preciso,
en el pase largo le falta dar el salto de calidad. Sabe cómo controlar el
ritmo.
Su repertorio de pases en corto ayuda a retener con mayor facilidad la posesión del balón.
Antes de que el esférico le llegue a sus pies, gira la
cabeza para estar al tanto de cuáles son sus opciones. Y después, al recibir el
balón demuestra agilidad para girar. Esto le permite eliminar rivales en
conducción para después realizar un pase con la intención de mantener la
posesión o verticalizar para superar líneas y quedar cerca de la zona de tres
cuartos de cancha. Además, atesora una capacidad para dejar controles
orientados que dificultan la marca del contrario.
Su juego sin balón está lejos de ser lo mejor de su
juego. Aunque cumple, ya que sabe que uno de sus roles es proteger la línea
defensiva, sobre todo por su posición en el campo. Mantiene en su mente el
concepto de recuperación de balón (cortar + jugar). Su físico no ayuda a ir con
fuerza en el cuerpo a cuerpo, pero, sin tener mucha técnica para robar, es muy
agresivo a la hora de intentar reconquistar el esférico.
Dentro del estilo de juego de la Brasil de Tite puede
entrar en dos posiciones: la del interior o la del mediocentro defensivo. En la
primera aparecen dos nombres, Paulinho y Renato Augusto, quienes se han
asentado en el puesto, sin embargo Arthur puede entrar ahí para ayudar en la
presión alta (agresivo sin balón), en la circulación (su mayor fuerte, porque
sabe cómo imprimir ritmo. Normalmente aquí, dichos jugadores, se acercan al “5”
o aparecen en la zona del lateral en la salida mientras éste progresa en el
campo, para dar fluidez y avanzar líneas) y aparecer por sorpresa cerca del
área rival (no lo ejecuta con regularidad, pero es un futbolista con muchísima
movilidad y además es arriesgado; en ocasiones, en Gremio, llega a pisar
territorio próximo al arco contrario).
Y en la segunda posición, su rol sería prácticamente todo
lo que realiza en Gremio; aunque aquí tiene mayor competencia, Casemiro y
Fernandinho, quienes son dos futbolistas más defensivos, que lo mejoran en la
técnica para robar. Pero a la hora de buscar un jugador que intervenga en cada
ataque desde la base y retenga la posesión, el nombre de Arthur puede ser el
ideal.
Ágil, arriesgado, liviano, con capacidad de jugar bajo
presión, preciso en corto, participativo, rápido en conducción. Arthur, con su
gran técnica, es un futbolista que el aficionado debe tener bajo la lupa. Tiene
condiciones para asentarse en las convocatorias de la selección brasileña e
irrumpir próximamente en el fútbol europeo.
Publicar un comentario