Hovannes Marsuian (@HMarsuian_)
El Lanús de Jorge Almirón es uno de los equipos más
atractivos, en la actualidad, en Sudamérica. Un conjunto perfecto para ilustrar
la tendencia conocida como “juego de
posición” en nuestro continente. Uno de los conceptos más fundamentales
para ejecutar su puesta en escena es la “salida lavolpiana”; ya que para el granate es muy significativo que la fase
inicial de construcción ofensiva empiece desde la primera línea, con tres
futbolistas (mediocentro y centrales) y en la segunda tener cuatro jugadores
(laterales abiertos y dos interiores), para así crear un contexto que facilite
el encuentro de líneas de pase por la ubicación de sus hombres en distintas
alturas.
Almirón busca imponer la idea a sus jugadores de no pasar
por pasar, sino que se convenzan y se impongan el pensamiento de jugar con
criterio (saber cómo, cuándo, dónde, qué y por qué). Y así poder trabajar los
distintos conceptos, como el de la “salida lavolpiana”, donde los
centrales se lateralizan, el mediocentro actúa en la zona de líbero y los
laterales ejercen de volantes por la banda. Además, esta puesta en escena va a
contar con la participación del portero (Andrada o Monetti); ya que posee la
capacidad técnica para ejercer de “parabrisas” (mover de banda a banda” y/o
hacer avanzar a su equipo (ya sea con un pase corto en vertical o uno largo).
La ejecución de dicho concepto tiene su peligro, porque
para su realización, el equipo debe poseer futbolistas con capacidades
técnicas, interpretativas y ser hombres arriesgados. Aspectos que cumple Lanús;
aunque hay conjuntos que les han combatido esta idea con una presión alta, donde los de Almirón han respondido con
un intercambio de posiciones entre uno de los interiores con el mediocentro,
conducción de los centrales, los interiores más cercanos a la primera línea de
construcción o un juego directo a espaldas de la línea inicial de acoso rival.
Lanús es uno de los equipos en Sudamérica que mejor sale
jugando desde atrás, por consiguiente, uno de los que más sobresale al atacar, porque
el movimiento de piezas que debe realizar le sale contantemente a la perfección,
construyen desde la primera línea limpiamente, atraen y eliminan rivales, activan
jugadores en la zona de aceleración y equilibran líneas. Se disfruta su
ejecución. Almirón consigue con esta tendencia que su conjunto viaje junto.
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