Ads (728x90)



Diego Sancho (@SanchoDiegoo)

La liga inglesa es uno de los mejores ejemplos de globalización del deporte. Una torneo donde el futbolista gana jugosos salarios en la moneda más fuerte del planeta no puede albergar a atletas que no sean del primer nivel, aquí no juega solo europeos; juegan los mejores sin importar origen en un calendario comprimido en el que jugar con la selección a la par de un club puede ser visto como un estorbo a la escasa distención que ofrece la competición.
En una liga tan vistosa y exigente encontramos a dos equipos con par de sudamericanos por bando: el Manchester City del jeque Mansour salió con los argentinos Martín Demichelis y Sergio Agüero mientras que Queens Park Rangers alineó a Mauricio Isla y Eduardo Vargas, chilenos al igual que el DT del rival, Manuel Pellegrini.

El QPR es un equipo que ataca a través de circuitos de juego buscando finalizar con Charlie Austin, joven delantero de la casa que suma cinco dianas y es la cara de la esperanza para los afectos de la franquicia para mantenerse en la división de honor. Su actual posición en la tabla sugiere que aún queda mucho trabajo para llevar a cabo la salvación matemática, pero ante el City tuvieron destello integrales de juego asociado.

Edu Vargas, el cerebro de QPR

Por el costado izquierdo de los ciudadanos soltaba un pase Vargas para encontrar a su compatriota Isla, que con velocidad y dotes de carrilero, aprovechaba su velocidad para quedar a pocos metros del área centrando el balón a Austin, finalizador. El segundo intento de este guion significó el 1-0 en Loftus Road. Este ejemplo de juego asociado cortesía de dos chilenos.

Vargas sería actor de reparto haciendo el mismo papel en otra película. El circuito iba a alternar piezas, pero iba a concretar otro tanto por medio de la habilitación por derecha; esta vez había un villano en la oposición, pues quien introduce el esférico en la portería es un sudamericano, Martín Demichelis. Si en los registros estadísticos del balompié se cuantificase el crédito por armar la jugada del gol, Chile tendría un volante con labores de enganche en su haber. Esto hacía que peligrase el puesto de Pellegrini, su compatriota.

Sergio Agüero, el rebelde

Sería mediocre darle mérito exclusivamente al Kun por haber rescatado el punto de visitante por sus dos goles de crack argentino, precisamente porque los flashes se quedan con la finalización y no con la gestación del gol. La tarde del ex Independiente quedará para el recuerdo por una cuestión de ingeniería pensada desde el banquillo.

El mismo patrón se repite en los dos goles, así que haremos un resumen de cómo los de Manchester evitaron un episodio trágico. La salida de los citizens llega en línea de 3 con Yaya Touré apoyando el toque hasta un tercio del terreno de juego. Cuando esto sucede se espera a que el “Kun” consiga un mínimo espacio para recibir en una oncena abierta cubriendo la otra mitad del campo. Cuando se cumplen estas variables, un pase largo efectivo es magistralmente dominado por el argentino, que como bestia acechando a su presa esquiva rivales con gambeta y amagos típicos del sur de nuestro continente para vacunar las redes sin contemplaciones. Agüero se va de Londres con más goles que puntos, pues la oposición también tenía un vecino de su tierra que sabía labrarse el camino a la zona prometida, pero con otros recursos.


Publicar un comentario