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El año sabático de Católica
¿Qué vas hacer?
-Que sé yo. Un año sabático.
-No seas boludo. Trabajá en Chile
-¿En Chile?
-Sí. Pagan bien, no hay presión. Si te va bien, bárbaro; si te va mal, los dirigentes te aguantan hasta que no se pueda más y te traes una buena guita para que ahí sí disfrutés los últimos meses del sabático.
-¿Y qué pasa después acá?
-Descansás. Comentás unos meses en Fox (pronunciado como fos por los entrenadores de la escuela Gallego o Labruna) y después explicás que el futbolista chileno no está preparado para un método de alta exigencia. El próximo año volvés a dirigir de verdad.

Por Matías Alcántara (@MatiasAlcantara)

Esta es una conversación imaginaria entre técnicos de buen cartel en Argentina, que luego tuvieron un paso poco feliz por Chile. En los últimos años han venido varios estrategos que cobran al menos 1 millón de dólares por temporada, como Américo Rubén Gallego, Diego Cagna, Darío Franco y últimamente Julio César Falcioni, adiestrador que agotó la paciencia de los hinchas de Universidad Católica y que por el alto monto de su indemnización, todavía no es despedido por Cruzados S.A. Falcioni no es el único causante de la crisis de Católica, pero sí tiene una buena cuota de responsabilidad en los malos resultados. Los cruzados no cuentan con un sello definido. No es un equipo pragmático como el Boca Juniors subcampeón de América en 2012; tampoco tiene la cuota de irreverencia del Banfield campeón de 2009. Esta UC afronta cada partido de una manera diferente, tratando de hacer “lo que puede” de acuerdo a las posibilidades que entrega el rival. El DT tuvo tiempo para hacer una buena pretemporada, y en los recesos por las fechas FIFA, el equipo no mejoró, pese a contar con muchos días de entrenamiento.

En un par de semanas Católica se quedó sin Copa Sudamericana, sin Copa Chile y sin posibilidades de conseguir el título del Apertura. Y actualmente está lejos de la liguilla.

Hay algo claro: si el entrenador de Católica fuera chileno, o bien un extranjero con sueldo menor, hace rato ya tendría su reemplazante interino, cargo que gusta en demasía a los directivos de la precordillera, porque ha sido la especialidad de los últimos años, con Mario Lepe (que después fue ratificado en el cargo), Andrés Romero y últimamente con Rodrigo Astudillo, jefe de divisiones inferiores y quien asumió un interinato que duró todo un semestre. Sí, un campeonato completo que tenía como objetivo darle tiempo a José María Buljubasich para convencer a su amigo Eduardo Berizzo, el que finalmente optó por dirigir al Celta de Vigo.

Como solución, a los directores de Cruzados S.A. se les ocurrió presentar una propuesta sobre las alternativas para aumentar el capital de la sociedad anónima, y contar, así, con mayores recursos para refuerzos y contratación de asesores que entreguen alternativas para tomar mejores decisiones. Como si los problemas de Católica fueran económicos. O'Higgins con menos consiguió el título del año pasado. Wanderers con mucho menos está peleando el campeonato. Hay más ejemplos: Unión Española y Huachipato.

Y si lo que realmente necesitan en Católica son asesores para tomar buenas decisiones, ¿no sería mejor que los cargos sean ocupados por personas idóneas que puedan descernir mejor?

Por si fuera poco, Luis Larraín, presidente de Cruzados S.A., se dio el lujo de bromear a través de twitter al capitán del archirrival. “Pepenbahuer” escribió en la red social, luego del par de errores del seleccionado nacional frente a Perú. Primero, señor Larraín, ordene la casa. Después vea los errores del adversario. Y trate de no fomentar el bullying, menos desde su cargo.

Los jugadores también tienen una buena cuota de responsabilidad. Cristián Álvarez, por ejemplo, en la semana previa al partido con Barnechea, describió al rival de la siguiente manera: ”Han mejorado mucho en los últimos partidos. Ya no es el equipo al que todos le tienen que ganar, obtuvo puntos importantes y salió del fondo. Se afirmó con el cambio de entrenador y se nota un equipo con ganas de seguir triunfando”. Respeto exagerado para el otro club del sector oriente santiaguino. El propio capitán cruzado había cometido un error vital en la final frente a O´Higgins: lloró antes del pitazo de Jorge Osorio, como dando por perdido el título faltando todavía las últimas jugadas.

Finalmente, José María Buljubasich también tiene su responsabilidad, y desde hace rato. Pero pareciera que es un intocable en su cargo, pese a los errores. Cuando asumió como gerente deportivo, logró el título de 2010. Luego encabezó buenas campañas que no lograron coronarse con campeonatos. Pero lo realizado en este último año da para pensar que en Universidad Católica realmente se tomaron un año sabático

Extraído de: Http://www.elagora.net/analisis.php?subaction=showfull&id=1413998902&archive=&start_from=&ucat=5&#sthash.iJ9ToDU9.dpuf


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