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“Argentina tiene que llegar por lo menos al último día del mundial, ese el objetivo y después formar”


Lucas Jiménez (@Lucasjimenez88)

El apellido Grondona causa un rechazo casi inmediato en parte del mundo que rodea al fútbol argentino, divide las aguas entre quienes están a favor y en contra. No hay grises al hablar de la figura de Julio Humberto Grondona, según a quien se escuche puede ser el mejor dirigente de la historia del fútbol argentino o el máximo responsable de todos los males que aquejan al deporte de la pelota en ese país. En ese contexto emergió la figura de uno de sus hijos, Humberto Grondona, el actual entrenador del seleccionado sub 20 argentino, otrora técnico de la sub 17.

Humbertito posee una verborragia grondonista que irrita, su apellido le da espalda para decir cualquier cosa. Se anima a denunciar a selecciones juveniles de otros países por incluir jugadores desfazados de edad hasta a tildar de mufa a Diego Armando Maradona.

Como su padre, está en casi todos los detalles, de hecho si tomamos sus resultados es el mejor entrenador juvenil argentino después de la era Pekerman-Tocalli. El Grondona entrenador pierde por goleada si se lo compara con  la época dorada de los equipos de José Pekerman, pero no parece tan malo en comparación con algunas de los últimos técnicos que dirigieron las sub 20 argentinas como: Sergio Batista y Marcelo Trobbiani. Incluso hasta mejoró lo hecho por Perazzo, que clasificó al mundial de la categoría pero en dicho torneo se privaba de juntar a Erik Lamela (Tottenham Hotspur), Juan Manuel Iturbe (Roma) y Facundo Ferreyra (Newcastle) por resguardar el equilibrio del equipo. Además el hoy entrenador de Olimpo de Bahía Blanca no clasificó a los Juegos Olímpicos Londres 2012, cosa que sí acaba de lograr Grondona para los Juegos Río 2016.

El fútbol argentino hace rato toma a los juveniles como mayores, con la presión y responsabilidad que esto conlleva. Grondona tiene todos los vicios de un técnico de mayores urgido por los resultados, no falta el revanchismo en sus declaraciones y cada victoria viene acompañada de una dedicatoria para alguien que lo criticó. Además no tiene problemas en decir que “nadie se acuerda quien gana el Fair Play en los torneos juveniles”.

“Hace un montón que volvemos antes de los mundiales y no nos gusta porque perdemos viáticos y nos perdemos de hablar de un montón de cosas y andamos deambulando por las ciudades de los mundiales. Argentina tiene que llegar por lo menos al último día del mundial, ese el objetivo y después formar.” La frase lo pinta de cuerpo entero a Humberto Grondona, la cara visible de una manera de entender las juveniles en Argentina. Seguramente en varios clubes argentinos haya escondidos varios Humbertitos Grondona que nos llevaron a esta situación del resultado por encima de todo.

Pero tampoco se puede negar los dotes de entrenador y seleccionador de unos de los hijos del ex presidente de AFA. Del sub 17 campeón en el sudamericano jugado en San Luis en 2013 a este sub 20 que ganó el mismo torneo en Colonia, Uruguay, hay varios nombres que se repiten. Augusto Batalla (ex River, nuevo arquero del Real Madrid), Emanuel Mammana (River), Nicolás Tripichio (Vélez), Leandro Vega (River), Rodrigo Moreira (Independiente), Leonardo Suárez (ex Boca, hoy en Villarreal), Leandro Compagnucci (Vélez), Iván Leszuck (Boca), Joaquín Ibañéz (Lanús) y Sebastián Dirussi (River),

Humberto Grondona considera que un futbolista en formación debe aprender a jugar en varias posiciones, por eso en la selección el defensor de Vélez Nicolás Tripichio ha jugado de lateral derecho (su puesto natural), de volante derecho, de lateral izquierdo y hasta de volante central. Lo mismo ocurre con el chico de River Leandro Vega, que se desempeñó como segundo marcador central, como lateral izquierdo y como volante central.

Las goleadas sufridas en el mundial sub 17 de Emiratos Árabes Unidos en semifinal contra México y por el tercer puesto y cuarto puesto contra Suecia le sirvieron de enseñanza al cuerpo técnico que encabeza Grondona. Por eso Argentina pasó de acumular delanteros contra Paraguay a ser más precavido cuando enfrentó a Colombia y Brasil, por ejemplo.

Esa sub 17 fue el embrión de la sub 20 campeona en Uruguay. Encima fue potenciada por la capacidad goleadora de Giovanni Simeone, el desequilibrio de Cristian Espinoza, el recorrido de Leonardo Rolón, la experiencia de Facundo Monteseirín y la capacidad inventiva del crack Ángel Correa.

Esa selección sub 17 fue muy criticada por sus actos de indisciplina pero el ex preparador físico de las divisiones menores argentinas en la era Pekerman, Gerardo Salorio, cree que “hay que ver la presión que ejercía en los chicos la eliminación del sub 20”, que no había pasado la primera ronda en el sudamericano jugado en Mendoza en 2013 meses antes. El Profe, como se lo conoce en el ambiente del fútbol, afirma que con esa selección sub 17 campeona sudamericana en 2013 se empezó a “reconstruir de a poco las selecciones juveniles argentinas. No quiere decir que estemos 10 puntos pero tenemos sí una base formativa”.


La base creada por Humberto Grondona ya tiene dos títulos juveniles, negarle sus cualidades formativas sería de necio. El debate gira en torno a las formas utlizadas, lo que hace ruido son las dedicatorias, el revanchismo, las expulsiones y las agresiones a rivales en campeonatos de menores de 20 años. Humbertito Grondona demostró que puede formar buenos equipos y buenos jugadores. Pero deberá aprender como canta Rubén Blades que a veces hablar resulta esencial, pero otras veces es mejor callar” para que aprendan sus dirigidos que todavía están en etapa de aprendizaje.

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