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Matías Navarro (@Mati_Navarro)


Mucho se habló en los últimos días del “milagroso” y “casual” triunfo de Independiente del Valle sobre Boca, en la que fue una de las hazañas más gloriosas del fútbol ecuatoriano y una de las grandes humillaciones para el argentino.

Sin embargo, reducir este tremendo logro a la suerte sería ignorar y menospreciar un trabajo de inferiores que la institución sangolquileña lleva años realizando y que comienza a dar sus frutos tanto a nivel nacional como continental.


De los 14 futbolistas que tuvieron minutos en la Bombonera, 10 tienen entre 19 y 26 años y, además, 7 de ellos surgieron de las inferiores del Negriazul, ya sea habiendo hecho la prueba para ingresar a las juveniles o habiendo llegado gracias a un convenio que hubo con el club Norte América y que se sostuvo desde 2009 hasta 2012:

  • Luis Caicedo: 24 años, surgido de las inferiores
  • Jefferson Orejuela: 23 años, de las juveniles
  • Bryan Cabezas: 19 años, incorporado de Norte América a los 14
  • Junior Sornoza: 22 años, de las inferiores
  • José Angulo: 21 años, comprado a Norte América con 16 años
  • Luis Fernando León: 23 años, proveniente de Norte América con 16 años
  • Jonathan González: 21 años, llegó desde Norte América a los 15

El proyecto denominado “Independiente Formativa”, que nutrió a gran parte del plantel finalista de la Copa Libertadores, comenzó en 2010 y promete ser pieza fundacional de una nueva camada de jugadores que fortalecerán no solamente al fútbol ecuatoriano, sino también a la Selección en los próximos procesos mundialistas.

Roberto Arroyo fue el elegido por el presidente Michel Deller para coordinar este proyecto. Originario de las divisiones inferiores de Liga de Quito, tuvo un paso en Primera División en el Espoli para luego dedicarse a la formación de juveniles. Entre otros, trabajó para el Milan Jr. Camp, una franquicia del gigante italiano en Ecuador.



“Independiente Formativa es un proyecto desarrollado en nuestro centro de alto rendimiento”, explica Arroyo a La Pizarra del DT. “Aquí albergamos a más de 100 jugadores de entre 11 y 18 años, a quienes le damos vestimenta, alimentación y habitaciones con baño privado, además de la posibilidad de estudiar en nuestro colegio, donde se graduaron varios de los jugadores que derrotaron a Boca. También les brindamos una ayuda económica mensual, para que desde pequeños comiencen a generar responsabilidad en el manejo del dinero”.

Ningún chico llega a esta residencia por azar. Todos y cada uno de los aspirantes son analizados en detalle por un grupo de scouters que recorren el país en búsqueda de jóvenes talentos. Independiente cuenta con más de 13 escuelas a lo largo y ancho de Ecuador, ya sea financiadas por la propia institución o bien siendo franquicias, que rastrean juveniles y generan una identidad a nivel nacional.

Tal como sucede en La Masía de Barcelona, aquí hay un sistema integral para formar tanto personas como futbolistas que respeten ciertas normas de vida y también un estilo definido de juego. Bajo esta idea funcionan directivos, entrenadores de juveniles y hasta el del primer equipo, el uruguayo Pablo Repetto.

“Ya lleva 4 años trabajando con nosotros y tanto él como su cuerpo técnico están muy involucrados en las decisiones que tomamos en las formativas, generando correctivos o dando ayuda a todo lo que necesitemos, para que cada jugador de las inferiores sea una opción viable para la Primera, tal como ha venido ocurriendo”, detalla Arroyo.




Los años de trabajo fueron generando mayor experiencia en la conducción, lo que llevó a definir cuál es el “estilo Independiente”, aquella semilla que se siembre en los más pequeños y que, en unos años, seguramente traerá más éxitos a esta humilde institución que sueña en grande.

“En estos 5 años hemos venido trabajando para establecer cómo queremos que jueguen nuestros equipos. Hace unos meses hemos comenzado a implementarlo en las diferentes categorías, aunque somos conscientes de que tardará en verse plasmado todo este trabajo en la Primera”.

¿Cuáles son esos 8 puntos que estarán en el ADN del jugador de Independiente?

  • Ritmo y control sobre el partido
  • El pase como medio de comunicación
  • La profundidad
  • La movilidad de sus jugadores
  • Jugar por las bandas
  • Tener una responsabilidad de zona e individual en la marca
  • Buscar un equipo corto que juegue siempre en 38 metros
  • Jugar la mayor cantidad de tiempo posible en el campo rival
Los verdaderos resultados recién se podrán valorar dentro de unos años, pero los primeros éxitos comienzan a verse rápidamente: mientras espera por la final de la Copa Libertadores, el equipo marcha tercero en el campeonato local. A la par, la Sub-19 lidera su campeonato con 49 goles de diferencia a favor, la Sub-16 va tercera con 35 goles favorables, la Sub-14 marcha segunda a una unidad del líder y la Sub-12 está a tres puntos de la cima.

Los fríos números reflejan un trabajo bien hecho, pero más importante que las estadísticas es el reconocimiento tanto de jugadores como de entrenadores y hasta instituciones internacionales de renombre.

Apuntando al Mundial 2022, Qatar invirtió cientos de millones de dólares en la construcción de la Aspire Academy Football, para captar talentos en diferentes partes del mundo a partir de un grupo de trabajo conformado por entrenadores españoles de la talla de Oscar Cano Moreno.



El trabajo que hacen en Independiente del Valle no pasó desapercibido y Arroyo fue invitado para una capacitación en octubre del 2015: “Fui con el gerente deportivo del club y estuvimos una semana allí, donde vimos cómo trabajan para generar un modelo de juego de club, lo que también nos ayudó mucho a conformar el nuestro”.

Tan sólo un mes después, la institución fue invitada nuevamente, pero esta vez para competir: “Fuimos con 48 jugadores de 3 categorías diferentes para participar. Fue una experiencia increíble tanto para nosotros, como entrenadores, como para los chicos. Descubrir otra cultura y tener la posibilidad de ver todo lo que hacen allá por el fútbol fue algo único”.

¿Cómo les fue a los chicos? Un triunfo y dos empates contra el Pohang Steelers de Corea del Sur y un triunfo, un empate y una derrota ante la Aspire Academy. Palmarés: un título y dos subcampeonatos para las inferiores del futuro de Ecuador.



Las casualidades no existen en el fútbol. A la suerte hay que acompañarla y eso es lo que hace Independiente del Valle, que es ni más ni menos que volver a las raíces: reforzarse en determinadas posiciones, pero siempre basándose en las inferiores, el verdadero patrimonio del club.

Así eliminó a River, borró a Boca y alcanzó la final de la Copa Libertadores de América, con un plantel que promedia los 23 años (el más joven de la competencia) y que tiene prácticamente nula experiencia internacional. Y esto recién es el comienzo de algo mucho más grande.

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