Cosme González
(@CosmeGonzalez)
Después del receso por la
fecha FIFA, el torneo local del futbol mexicano volvía a escena con un clásico:
el América visitaba al Cruz Azul. En este encuentro, ambos entrenadores se
jugaban el puesto, y al final, después de una batalla táctica los de Coapa se
llevaron el triunfo por 4 a 3.
1.-
Formación 1-4-3-3
Cruz Azul salió a la
cancha del estadio Azul con su habitual formación 1-4-3-3, aunque con un
pequeño cambio en ataque, pues salió de la alineación Cristaldo, y dejó su
lugar a “Chaco” Giménez. La delantera celeste estaba a cargo de Benítez como
centro delantero, y en los extremos, por derecha Joao Rojas y por izquierda
Giménez. En medio campo, sus tres hombres de costumbre, Aldo Leao, “Gato” Silva
y Rafael Baca. En la defensa línea de 4, con Roco y Velázquez en la central, en
las laterales, por derecha Domínguez y por izquierda Aldrete.
Ya con el marcador a favor
de 3 a 0, Tomas Boy reordenó a su equipo y mandó la formación 1-4-1-4-1, en la
que Rafael Baca se posicionó entre la línea de defensa y los mediocampistas,
Silva y Leao como contenciones, como volante por derecha Joao Rojas y por
izquierda “Chaco” Giménez. Arriba solamente quedó Benítez. Esta formación la
adoptaban cuando no se tenía el balón.
Cuando se recuperaba el
balón, las transiciones defensa ataque eran rápidas, con las constantes botadas
de Benítez, que funcionó como poste, para darle alargue por las bandas a Joao
Rojas y “Chaco” Giménez.
2.- Presión alta
Los cementeros saltaron a
la cancha con la idea de llevarse este encuentro. Buscaron hacerse del balón
desde campo contrario y evitar la salida limpia de los de Coapa. En saques de
meta de Moisés Muñoz, se llegó a ver hasta a 6 jugadores cementeros en campo
contrario.
Como se menciona en el
libro “La pizarra de Simeone” sobre el bloque alto “todo el equipo situado en
disposición de quitarle la pelota al adversario conlleva riesgos y exige una
gran condición física y mental”. También menciona que la clave en la presión
alta es el primer sprint, los primeros cinco metros de achique. Los puntas son
los que tienen que correr a presionar.
3.- Marcaje azul
Todo el primer tiempo fue del Cruz Azul, y parecía
que los celestes eran los únicos que salieron a la cancha, todos les salía
bien, y no se veía por donde el América pudiera responder. La marca de los
locales fue muy buena y siempre estaban marcando al poseedor del balón, y
además siempre los posibles receptores estaban muy bien cubiertos. Cuando no se
tenía el balón, la formación cambiaba a un 1-4-5-1, con Benítez únicamente
arriba.
Sobre la presión alta
Marcelo Bielsa se refiere de la siguiente manera “La única manera en que
entiendo el futbol es la presión constante, jugar en campo rival y dominar la
pelota”. Y como se puede ver en la siguiente imagen, quien tiene la pelota esta
cubierto por dos elementos, siempre hay
receptores cubiertos, y en medio campo se llega a hacer hasta un 3 contra 1 en
favor defensivo, en la última línea dos marcadores y uno libre para hacer
coberturas y estar 3 contra 2.
Cuando Joao Rojas o
“Chaco” Giménez que jugaban por las bandas no alcanzaban a hacer su recorrido
agarraban mal parados a los celestes obligándolos a hacer un esfuerzo extra, y
recorridos que no estaban en el libro, como la salida de uno de los centrales
de su zona, dejando sola la misma para marcar al jugador que se colocaba entre
líneas, quedando en defensa mano a mano.
4.-
Estrategia
Para el segundo tiempo, lo
que detonó el partido fue la expulsión de Aldo Leao, dejando a los cementeros
con un hombre menos, ante esto, y para mantener el resultado el “Jefe” Boy,
sacó del campo al “Chaco” Giménez y metió a Mendoza, con esto formó con
1-5-3-1. En el fondo, en la central quedaron Roco, Velázquez y Domínguez, y
como carrileros por izquierda Aldrete y por derecha el recién ingresado
Mendoza. Medio campo con Silva, Baca y Rojas, arriba, solamente Benítez.
Por su parte Nacho Ambríz
decidió abrir el campo y sacar provecho del hombre de más que tenían los de
Coapa. Sacó a Mares y colocó a Da Silva como lateral izquierdo, además entró
Renato Ibarra y Michael Arroyo, buscando amplitud y profundidad. Por izquierda
en relación al ataque del América estaban Arroyo y las constantes
incorporaciones de Da Silva, por derecha estaba Renato Ibarra y las
incorporaciones de Paul Aguilar. Esta amplitud benefició a los visitantes, ya
que Cruz Azul, al solo tener tres jugadores en medio campo, los interiores no
alcanzaban a llegar a la marca, quedando los carrileros cementeros en
inferioridad.
Con este movimiento de
Ambriz de abrir la cancha lo que buscaba era sacar jugadores del pasillo
central, y generar espacios. Cuando Ibarra tenía el balón, Aldrete se veía
obligado a salir de su zona y tapar los posibles centros de Renato, por el
sector derecho Mendoza, buscaba hacer lo propio con Arroyo, cuando los dos
americanistas hacían movimientos hacia el centro Paul Aguilar y Da Silva hacían
las pasadas para generar espacios a la ofensiva.
Osvaldo Martínez se
convirtió en quien iniciaba toda jugada del América, siempre posicionado en el
pasillo central, con esto obligaba al Cruz Azul a cerrarse y dejar libres las
bandas que serían aprovechadas por los americanistas. Tanto Renato como Arroyo,
tenían vía libre por los pasillos laterales de la cancha, y con el movimiento
antes mencionado que los carrileros tenían que salir de su zona para tapar los
posibles centros, el área quedaba más despejada. Ambriz, mandó a Pablo Aguilar como un tercer
delantero al lado de Oribe Peralta y Silvio Romero quedando prácticamente mano
a mano en el área cementera, así es como caen los dos goles de Silvio, y el de
Pablo, amplitud por las bandas y posteriormente centro al área, con rematadores
prácticamente de frente al marco.
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