Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
Se medían los dos
clubes más ganadores de sus países a nivel local por la supremacía en la Copa
Sudemericana. River Plate llegó al
Atanasio Girardot luego de eliminar categóricamente a su rival eterno en la
llave semifinal. El estadio antioqueño cubierto de verde para recibir a sus
jugadores fue un escenario de los que caracterizan el factor pasional que hace
único al balompié sudamericano.
Nacional de
Medellín, una plantilla pensada para pelear por un torneo internacional mostró
un buen nivel en la última Copa Libertadores. Con una capacidad de rotación y
una nómina versátil hasta el punto de que se pueda usar dos equipos en
competencias distintas.
El juego en las
finales
Cuando hay un
enfrentamiento de esta magnitud, los equipos trabajan entre semana con mucho
enfoque en lo técnico, de manera que no haya errores en un contexto que sugiere
tanta presión. Veremos a continuación como le fue a ambas partes.
Los intentos de
salida para los millonarios no pasaron de la su fase embrionaria, retenidos por
la fuerte presión y trabajo en la recuperación de los volantes colombianos. La
idea era que los de Gallardo estuviesen obligados a dividir las jugadas para
evitar el choque, dejando que fuesen conservadores en el ataque.
El planteamiento
local era más intenso. Con un 4-3-3 armado para explotar los laterales, Mejía y
Cardona se dieron un festival de pases de los que Berrio y Copete pudieron
sacarle jugo. La defensa de River no iba a estar equilibrada hasta que no
juntase a 5 en el fondo, pues siempre se colaba por la banda Copete por la
izquierda, y con espacio para centrar a un finalizador
Vangioni, una de cal; una de arena
River se limitó a
aproximar mejor las líneas en el mediocampo para hacer que la zona de gestación
para los hombres de ataque este mejor referenciada. Las proyecciones de
Vangioni ayudaban a sumar movilidad por la banda izquierda, donde se creó la
primera ocasión manifiesta de gol. Dentro del área estuvo cerca de asistir a
dos posibles receptores, finalizando debidamente la distribución hacia la
derecha, pero Teófilo Gutiérrez no llegó a empujarla.
El desgaste
era del lateral ex Newells y los
colombianos sabían que podía vulnerar su zona con un zagaz Bocanegra que
acrecentó la fatiga de su homólogo. Con el pasar de los minutos, Mejía
continuaríano con su clase de pases y buscaría a Berrio por afuera para que
definiese
El primer gol solo
se concretó en la segunda oportunidad con un circuito de toque ensayado. Nótose
como Vangioni le mira el dorsal a Berrio, consumido por el esfuerzo ofesivo.
Puede ser tranquilamente un ejemplo para explicar en términos enciclopédicos la
interrogante: ¿Qué es una salida limpia? El verde del profesor Osorio la
ejecuta en una final internacional
VINE DEL GOL
Como esta medida no
prosperó llegaron los balones filtrados con el toque privilegiado
Tras el tanto
entraría Alejandro Guerra, que tuvo un duelo personal importante contra Ponzio
en la mitad de la cancha, esto le dio más colapso en la salida a ambos equipos.
Con estos, hubo menos jugadas rápidas por adentro.
Al final, River
resolvió la partida con el valioso tanto de Pisculichi, un remate soberbio que
Armani no pudo contener y pone a tiro la final. Ahora Nacional se encuentra en
el escenario en el que mejores resultados ha cosechado en la copa, de
visitante.
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