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Hoy en dia nadie  debería dudar que Brasil, guste o no, es la nación más futbolera del planeta. La pasión que despierta el deporte "Rei" en este pais es inigualable. A ello hay que añadir que futbolísticamente Brasil es referencia mundial, los cinco títulos Mundiales le avalan, y a ellos hay que añadirles dos sub-campeonatos y dos terceras plazas. Pero más allá de los números están los hechos, Brasil ha dejado grandes equipos tanto a nivel de clubes como a nivel de selecciones. Pero, aunque pueda sorprender, al futbol le costó mucho asentarse en Brasil.

El Futbol llegó a Brasil de la mano de Charles Miller, un descendiente de escoceses e ingleses nacido en el barrio Paulista de Brás en 1874. Miller, a los nueve años, viajó al Reino Unido para proseguir sus estudios. Allí empezó a destacar como jugador de futbol, llegando a jugar muchos partidos para el entonces prestigioso Southampton y un partido con el Corinthian, el mismo que más tarde inspiró la creación del Corinthians Paulista.

Cuando Miller volvió a Brasil, desembarcando en el puerto de Santos, en 1984, se sorprendió al ver que nadie conocía este deporte y habiendo traido de Inglaterra dos pelotas de futbol, enseñó a su círculo más cercano a jugar al futbol. La mayoría eran compañeros de trabajo en la Sao Paulo Railway, Conpanhia de Gas y Banco de Londres. Después de un tiempo acabó fundando el Sao Paulo Athletic, club que hoy en día es referencia en el mundo del Rugby Brasileiro pero que nada tiene que ver con el actual Sao Paulo F.C. Miller disputó el primer torneo de Brasil, el Paulista de 1902, acabando como máximo goleador con 10 goles en 9 partidos.

A partir de entonces se formaron muchos clubes de futbol, sobre todo en la costa ya que el interior carecía entonces de la presencia de emigrantes europeos. Actualmente el club mas antiguo que aún está en funcionamiento es el Sport Clube Rio Grande en el estado de Rio Grande Do Sul. Fue fundado el dia 19 de Julio de 1900, 23 días antes que el Ponte Preta, histórico club Paulista que disputará la Serie A en 2012.

Pero al principio el futbol era un deporte reservado para la élite  practicado sobre todo por descendientes de emigrantes europeos. Una de las explicaciones para ello era que las bolas de futbol eran importadas de Inglaterra y por lo tanto poco accesibles para el resto de la población Brasileira. Como ocurrió con el Rugby en las colonias Británicas  el futbol era practicado exclusivamente por Británicos y algunos europeos y estos no tenían ningún interés en enseñar este deporte a la población local.

No se puede dejar de nombrar a Mario Rodrigues Filho (1908-1966) cuando se habla del principio del futbol en Brasil. Mario fue un famoso periodista que despuntó en el periodismo deportivo en el año 1927 en el periódico de su padre Mario Rodrigues. El fue el primero en abrir un periódico deportivo en Brasil y propietario del "Jornal dos Sports". Y sobre todo el aportó la mayoría de la información que se tiene hoy en día sobre los primeros pasos del futbol en Brasil. Su libro O Negro no Futebol Brasileiro es lectura obligada para todos los amantes del deporte nacional de Brasil. Pero por encima de todo se le reconoce porque él fue quien consiguió convencer a la opinión publica carioca que el terreno del antiguo Derby Club en el barrio de Maracaná era el sitio ideal para construir el mayor estadio del Mundo. De hecho el estadio, por mucho que sea conocido como el Maracaná, lleva su nombre: "Jornalista Mario Filho".

Mario Filho, en su libro O Negro no Futebol Brasileiro, cuya primera edición vio la luz en 1947 y la segunda, con dos nuevos capítulos, en 1964, describe el futbol de la primera década del siglo XX como un deporte ingles practicado por la Élite Brasileira, principalmente brasileiros que habían estudiado en Europa y aprendido a jugar allí. Pero, debido a la rápida popularidad que este deporte obtuvo, el interés por él llegó a la población más pobre, los pretos (negros brasileiros) y los mulatos. Ese periodo de aprendizaje empezó a través de los operarios pretos que trabajaban para los ingleses. Muchos autores se ponen de acuerdo en que los pretos y mulatos rápidamente aprendieron a jugar al futbol gracias a que ya desenvolvían actividades con el cuerpo como requisito básico para la supervivencia. Es decir que los pretos y mulatos ya poseían una habilidad natural y solo necesitaban aprender las reglas y objetivos del juego. Estas características humanas eran bien diferentes a las de los europeos y por lo tanto los pretos y mestizos crearon, a través de la improvisación, una nueva forma de jugar al rígido deporte británico. Un estilo más musical en vez de disciplinado. Un estilo atractivo que maravilló al público europeo durante la Copa del Mundo de 1938 en Francia, y es que aquel seleccionado brasileiro estaba compuesto, en gran mayoría, por "afro-brasileiros" o como Gilberto Freyre lo describió, un equipo con gran número de "pretalhoes bem brasileiros e mulatos ainda mais brasileiros".

Sin embargo pronto se creó un discurso popular de superioridad de los blancos sobre los pretos y mulatos. Los blancos se creían superiores por haber sido ellos los que habían traído el deporte y empezado a practicarlo primero. Los números parecen apoyar ese discurso ya que hasta 1923 todos los campeones del torneo de Rio de Janeiro eran equipos en cuyo plantel solo había blancos. Pero esto era normal ya que, como apunta Gordon Jr. (1995), hasta 1918 existía una imposición formal de la Federação Brasileira de Sports, entonces el órgano regulador a nivel nacional, en contra de la participación de los negros en los equipos deportivos. Como muestra de ello, y como bien apunta Galeano en su histórico libro El Futbol  a Sol y Sombra, el equipo Brasileño que disputó la Copa América de 1921 en Buenos Aires no tenía ningún "preto" por orden del entonces presidente Epitaceo Pessoa. Los mulatos estaban más aceptados, siempre y cuando su habilidad con la pelota en los pies fuera excelente y, sobre todo, jugaran a la "europea" repitiendo los movimientos y jugadas enseñadas por los británicos.

Debido a esta prohibición hay un caso curioso que aquí os explico. Carlos Alberto era un jugador mulato del América que fue adquirido por el Fluminense Football Club en 1914. Al ser en aquellos años la camiseta del Fluminense de color blanco, el contraste producido entre su color de piel y el color de la camiseta saltaba a los ojos. Debido a que la mayoría de los hinchas del tricolor entonces eran aristócratas, el jugador estaba preocupado. El día de su debut el 13 de Mayo de 1914, al jugador no se le ocurrió mejor idea que maquillarse la cara utilizando polvo de arroz.


Existen numerosos casos puntuales que demuestran la segregación de los pretos y mulatos en el fútbol brasileiro, pero debido a su complejidad, requieren un artículo aparte. Si os interesa podéis buscar el caso de Manteiga, un preto que actuaba de delantero por la derecha y que su llegada al América produjo la salida de nueve jugadores blancos que se negaban a jugar a su lado.



Pero todo cambió gracias a Friedenreich (hijo de un Alemán con una Preta), un mulato que demostró al pueblo que el futbol no era solo cosa de los blancos. Gracias al comenzó un movimiento en contra del segregacionismo en el futbol Brasileiro.  Friedenreich se convirtió en el mayor ídolo del futbol brasileiro en aquella época tras marcar el gol de la victoria de la selección en el Campeonato Sudamericano de 1919 disputado en Uruguay. Apodado "El Tigre" por los hinchas uruguayos, este jugador mulato introdujo varias innovaciones al futbol como el chute con efecto o la finta con el cuerpo. Tras una gira con el Paulistano por Europa, en la que el equipo ganó 9 de los 10 partidos,  Friendenreich fue considerado como uno de los  "mejores del mundo".

Los resultados de los primeros campeonatos de futbol acabarían ratificando que los mulatos y pretos no eran, futbolísticamente hablando, inferiores a los blancos. El Club de Regatas Vasco Da Gama, representativo de la colonia portuguesa, que estaba formado por pretos, mulatos y blancos pobres y semi-analfabetos, se proclamó campeón en 1923, demostrando a la élite blanca la fuerza de aquellos que eran considerados inferiores. Sin embargo, debido a esa demostración del Vasco, se produjo una revolución de los equipos "blancos" que se desligaron de la Liga Metropolitana de Deportes Terrestres (METRO), creando la Asociación Metropolitana de Deportes Atléticos (AMEA). La no-aceptación por parte de la élite de la igualdad racial en el futbol llegó a su fin cuando otros equipos similares a aquel Vasco Da Gama lograron imponerse en la AMEA. Ahí está el caso del São Cristovão en 1926 y el Bangu en 1933.

A partir de ahí los pretos y mulatos ya no eran segregados, y es así como aparecieron grandes figuras pretas y mulatas en la década de los 30, entre ellos Leônidas, tri-campeón fluminense con el Botafogo y pentacampeón paulista con el Sao Paulo, denominado el Diamante Negro e inventor del gol de bicicleta.

Todo esto resultó en la masificación del futbol en Brasil, arma secreta del dominio mundial de uno de los países más alejados de la cuna futbolística. La masificación se expandió a través de los medios de comunicación y a partir de la década de los 40 el futbol fue utilizado por diferentes gobiernos para controlar las masas. En ello entraremos en más detalle en el siguiente post.

En resumidas cuentas y en orden cronológico, las tres fases del futbol brasileiro de las primeras décadas del siglo XX fueron:

1. La segregación de los pretos, y en menor medida mulatos en el mundo del futbol amateur brasileiro
2. Las luchas y resistencias de estos últimos para demostrar que la inferioridad racial no existía
3. La Democratización, ascensión e afirmación del preto en el futbol y por lo tanto del futbol brasileiro en el mundo.
Y es que "el Futbol, cuando blanco, era un producto importado, cuando "preto" y mestizo se tornó Brasileiro"

Extraído del Blog Fútbol CONMEBOL

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