Diego Baquero (@DiegoBaco23)
Las
bandas y jugar con ellas y no en ellas, fue el cometido de este mes,
el segundo de Gerardo
Pelusso al mando de Independiente Santa Fe. A diferencia de sus primeros 30
días donde las
áreas fueron el factor predominante, en agosto se empezó a ver un equipo y
no una suma de individualidades que utilizó las bandas del campo de juego como
principal recurso ofensivo. En total se jugaron 9 partidos –un promedio de un juego cada 4 días– con un balance de 4 triunfos,
4 empates y 1 derrota, con 12 goles a favor y 4 en contra. En la Liga Águila el
equipo se mantiene en los primeros lugares, en la Copa Águila por su parte se
jugó la Ida de los Cuartos de Final con un buen resultado pensando en la vuelta
(3-0) y por último, en la Copa Suramericana, se avanzó en la primera fase vs
Liga de Loja y a continuación se dio un importante paso pensando en acceder a
los Octavos de Final del certamen tras vencer a Nacional de Uruguay en
condición de visitante por 2-0.
Y
es que parte de esta evolución nace a raíz de un par de calamidades que no
estaban dentro de las cuentas de nadie. A mediados del mes, el equipo sufrió la
baja de dos piezas absolutamente fundamentales dentro del funcionamiento del
mismo. En primer lugar, Dairon Mosquera quien venía actuando como lateral
izquierdo titular y siendo el ‘alero’ imprescindible para la actividad tanto
defensiva como ofensiva de la banda izquierda y en segundo lugar, el enganche,
el crack, el diferente: Omar Pérez. Estas dos lesiones, principalmente la del
#10, obligaron al Profesor Pelusso a buscar alternativas y soluciones tácticas
al clásico ya 4-3-1-2 y fue en el camino a ello que las bandas aparecieron como
una efectiva y eficiente solución.
Antes
de la lesión de Omar el equipo venía con su ya tradicional sistema con
enganche, sin embargo, frente a las adversidades Pelusso tiro del plantel y
encontró una vieja conocida sociedad entre Yulian Anchico y Sergio Otalvaro y
en la cual Juan Daniel Roa, uno de los jugadores con mejor rendimiento en lo
que va del año, entró perfectamente. En esta nueva versión, 4-4-2, el equipo se
supo capaz de contrarrestar la baja del capitán, del referente y del jugador en
el cual recae la función creativa del equipo y se sobrepuso no solo a la baja
que futbolísticamente supone Omar, sino también a la mental y psicológica pues
durante los últimos años, es el argentino quien recibe y aguanta toda la
presión tanto dentro del campo, como fuera de él.
Sin
embargo, esta versión del equipo con dos líneas de cuatro no fue el único
camino que el estratega uruguayo utilizó para contrarrestar las bajas. Apelando
al sistema táctico tradicional, con un “número diez”, fue Armando Vargas quien
se desempeñó en esta posición pero sus actuaciones fueron un tanto irregulares,
alternando buenas con malas, razón por la cual fue el 4-4-2 el modulo al cual
se recurrió para los ‘partidos importantes’.
Aquí,
el tradicional 4-3-1-2 con Armando Vargas como eje del equipo.
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Aquí,
el 4-4-2 utilizado en Copa Suramericana ante la baja de Omar Pérez
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Sin
importar el sistema táctico utilizado y como se venía comentando anteriormente,
fueron las bandas las protagonistas durante este mes. Entre más abras la
cancha, más profundo podrás llegar a ser y precisamente eso fue lo que logro
Independiente Santa Fe. Volantes y laterales siempre estirando la cancha y
siendo lo más profundo posibles. El excelente nivel de jugadores como Sergio
Otalvaro, Yulian Anchico, Juan Daniel Roa, Luis Manuel Seijas y Dairon Mosquera
(hasta su desafortunada lesión) permitieron que el equipo desarrollarla facetas
ofensivas por momentos deslumbrantes, con constantes paredes y triangulaciones
que permitían ganar la espalda de los marcadores rivales y gracias a
la movilidad y llegada de efectivos al área rival el equipo conseguía
vulnerar las defensas contrarias y mantener el promedio de gol de casi 2 goles
por partido. Lo anterior muestra que el colectivo busca siempre una elaboración
meticulosa de las opciones de gol y que la paciencia –sobre todo ante defensas
cerradas– siempre ha estado presente. Muestra de ello, es que, durante este mes
donde se marcaron 12 goles, 8 de ellos fueron producto de jugadas elaboradas y
solamente 3 desde el punto penal y 1 tras una serie de rebotes tras una jugada
de pelota quieta.
4
jugadas donde los ‘aleros’ ganan la raya y hacen el centro atrás para la
llegada de rematadores de frente al arco rival.
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Por
mejorar sigue estando presente el tema de que por momentos el equipo se nota y
se siente muy largo y fragmentado. Las líneas por momentos no están compactas y
trabajos como por ejemplo el de la presión
en ¾ de cancha rival no es acompañado por todo el equipo, causando que los
rivales puedan superar las líneas de presión fácilmente. Además, se podría
mejorar en el mecanismo del primer pase y de la salida de balón, el cual por
momentos se ve muy forzado llevando a que se tenga que recurrir a balones
largos en busca del pivoteo del centro delantero y la velocidad de los
delanteros por fuera.
Sumado
a esto, el mes de Septiembre que se avecina supondrá varios retos para el
equipo. En primer lugar se jugara el pase a las semifinales de la Copa Colombia
y además se jugara el primer clásico capitalino vs Millonarios. Estos dos
partidos deberán ser afrontados con varias bajas debido a las lesiones y a las
convocatorias de 4 de nuestros jugadores a sus selecciones nacionales. Además,
a mitad de mes, jugara vs Nacional de Uruguay el pase a Octavos de Final de la
Copa Suramericana, el torneo internacional y gran anhelo de la gran mayoría de
la hinchada.
Saber
competir en ventaja y desventaja. Saber leer los momentos. Mantener la
paciencia y sobretodo no escatimar esfuerzos, manteniendo una solidaridad entre
todos los miembros del equipo fueron y son claves en esta versión cardenal del
profesor Pelusso. Hubo partidos y pasajes de los mismos donde el equipo se vio
totalmente superado por el rival, pero nunca perdió la compostura y supo
interpretar esas situaciones que a la postre le permitirían acoplarse y
desarrollar el juego necesario para ese tipo de momentos del juego. Siempre
salió a flote la inteligencia, madurez y jerarquía que con el paso del tiempo
este grupo de jugadores ha ido adquiriendo y a pesar de no jugar del todo bien
no perdió los partidos y casualmente, fue en el último partido del mes vs Once
Caldas cuando cayeron las 13 fechas de invicto en un partido donde,
paradójicamente, no mereció perder.
“El
que quiera espectáculo que vaya al teatro” solía decir Giovanni Trappatonni,
uno de los Directores Técnicos que Pelusso siguió en su formación como entrenador.
Hoy, Santa Fe difícilmente dé espectáculos y juegue ‘bonito’. En contraparte, da
resultados jugando ‘bien’, porque jugar bien no es igual a jugar ‘bonito’ y eso
lo tiene más que claro el Cuerpo Técnico y los jugadores. Es efectivo, práctico
e inteligente y como bien decía Gustavo Costas, “ganar no lo es todo, es lo
único” y mientras el equipo siga manteniendo esta línea los resultados seguirán
llegando, obviamente teniendo muchas cosas por mejorar que confiamos, el
excelente grupo de trabajo de Gerardo Pelusso corregirá con el pasar de los
partidos. Tenemos material y recursos para seguir soñando y quien no esté
dispuesto a hacerlo, con mucho gusto lo invito a que con empeño y entusiasmo
asista a las mejores obras de teatro que estén en cartelera.
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