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Mateo Cerezo S. (@MateoCerezo10)

Leyendo un poco estos días sobre tan diversos temas que aparecen en la web,  me llamaba la atención este “deseo”, como dice Luis Segura (presidente de la AFA), del empresario italiano Riccardo Silva de organizar la “America’s Champions League” (ACL), potencial competencia clonada del máximo torneo a nivel de clubes en Europa en reemplazo de la Copa Libertadores y Sudamericana, y si bien “…no hay nada formal aún” según Juan Ángel Napout (presidente CONMEBOL) lo que más me sorprendía no era precisamente la idea de organizar este torneo en sí, sino las declaraciones, y a mi entender postura, de la CONMEBOL al respecto. “La Libertadores tiene una historia que nada la puede reemplazar. No es tan sencillo como están diciendo, la Libertadores en Sudamérica es única, hay que caminar largo para reemplazarla”. Afirmaba Napout días atrás, ante lo que yo opino: perfecto entiendo que no es nada sencillo, ahora pregunto ¿Qué significa “caminar largo para reemplazarla”? Seguramente existen temas económicos de por medio pero, ¿Existe algún otro tipo de impedimento más para ponerla en marcha? Repasemos algunos puntos clave al respecto:

La Tribuna

Antes de empezar cualquier tipo de análisis o recuento quisiera aclarar la influencia del tema económico en todo esto, así pasamos directamente a los otros factores. Según lógica de estructura el torneo más importante para un club debería ser el Mundial de Clubes sin embargo la realidad es que tiene mucho mayor expectativa y atención la UEFA Champions League, ¿Por qué? Por un simple asunto de dinero repartido en forma de premios al campeón, sub campeón y así sucesivamente. El ganador de la Champions League de Europa se lleva tres veces más dinero en premios que el "campeón mundial de clubes". Es un eufemismo decir que hoy se juega por plata y ya no por "amor a la camiseta", la realidad es que el fútbol ya no sólo depende sino que ahora maneja niveles económicos a gran escala en todo el planeta, razón por la cuál la opción de realizar un torneo que paga más, ni siquiera se pensaría al momento de aprobarlo. Es por esto que me quedan dudas sobre la postura, por lo menos mediática, de la CONMEBOL frente a esta propuesta.

En la actual Copa Libertadores el ganador recibe un total de 2,3 millones de dólares mientras que en la potencial ACL solamente por participar entregaría $5 millones por cada club. Una diferencia económica abismal que como decía anteriormente se hace difícil de rechazar especialmente en Sudamérica. Difícil de rechazar a excepción de dos posibles escenarios: el primero, en el caso de que esos fondos no existan; el segundo, en el caso de que algún factor tal vez político o de logística se superponga al económico.

Peru.com


Ahora bien, el primer caso es, a mi criterio, completamente descartable ya que la empresa que lo propone, MP & Silva, lleva varios años distribuyendo los derechos televisivos del Mundial de fútbol, la NFL, Roland Garros, entre otros, y por razones de filosofía corporativa no suele proponer algo que exceda su presupuesto o posibilidades. Por lo que me deja abierta la opción de analizar el segundo posible escenario y este es la viabilidad y política de por medio para el evento.

Sabemos que cada confederación de fútbol se maneja con total autonomía y a su vez es muy celosa y exclusivista en su proceder, en el caso de la ACL estaríamos hablando del acuerdo entre dos confederaciones (CONMEBOL y CONCACAF), ambas con muchas diferencias especialmente en su historia y más aún en sus presupuestos.

Unificarse en presupuestos es complicado en este caso, ya que hay muchos contratos con grandes patrocinadores de por medio, derechos de televisión y distribución “justa” de premios. Todo esto sumado al hecho de que los respectivos directivos ya son afines a cierto proceder económico al momento de organizar cada año los torneos, y esta nueva propuesta cambiaría la estructura tanto en forma como en el fondo substancialmente de los mismos.

Otro de los factores que no debemos olvidar es la potencial adecuación del fixture de cada torneo local para liberar a sus clubes en fechas cuando se dispute la ACL, sin descuidar tampoco el factor distancias en cuanto a vuelos y estadías a lo largo del continente. Podrá sonar novedoso por ejemplo que el Montreal Impact de Canadá dispute una llave en la altura de La Paz o que Los Angeles Galaxy de Estados Unidos prueben suerte en el Morumbí de São Paulo pero no podemos olvidar que todo esto requeriría largas horas de vuelo y un par de días de aclimatación. En realidad en cuanto a logística existen muchos impedimentos que, de darse el torneo, sería un fuerte mérito de parte de la organización y de cada club al superarlos.

Hay todavía quienes insisten en copiar los modelos europeos e implementarlos casi ciegamente en América, olvidando las abismales diferencias entre ambos continentes, y es ahí donde concuerdo con lo que dice Napout con respecto a que no es tan sencillo. Ahora bien, en el caso de que la empresa de Silva corra con todos estos gastos como lo proyecta actualmente, las confederaciones, ¿Seguirán diciendo lo mismo?

Urgente24


Lo cierto es que hasta no presentarse una propuesta formal, la CONCACAF y la CONMEBOL continúan con su habitual ritmo pensando en lo que serán primero las eliminatorias y posteriormente la Conca Champions y la Copa Libertadores 2016 respectivamente, pensando también en fortalecer los actuales torneos en lugar de adoptar uno nuevo en el caso de que la propuesta ACL no prospere.


Repito, aún no existe nada formal, es cierto, y de no haberlo todo este análisis serviría de nada, sin embargo en mi opinión, en el caso de generarse la viabilidad económica, podríamos estar ante el mejoramiento futbolístico y económico de todo el continente, con organización de primer nivel y la misma pasión de siempre.

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