Jorge Carrasco Cadena (@Elgranxorxes)
El futbol
compra a un jugador y vende a una persona... Y a lo mejor el título de la nota
no es el adecuado porque como diría Diego Armando Maradona: "La
pelota no se mancha."
El futbol es maravilloso en su esencia, en todo
ese mar de emociones y sensaciones que nos otorga dentro y fuera de la cancha;
el problema real comienza cuando toda esa magia que genera se dispersa cuando
entran los intereses de por medio.
Hemos visto
incontables ejemplos en donde jugadores con una calidad exquisita y totalmente
comprobada presentan una serie de conductas complicadas y la respuesta en
términos generales de los directivos y entrenadores ante ello es simplemente un
"esperemos que logre darse cuenta por sí sólo que está en un error y
nos brinde toda su calidad" y se limitan simplemente a
sujetarse a una esperanza sin fundamentos, sin ahondar en el tema y no dándole
la importancia debida a la situación.
Ante eso, me
han surgido un sinfín de dudas estando en el mundo del futbol y que aún no he
podido resolver...
¿Cómo es posible que estuvieron dispuestos a gastar millones de dólares en
un jugador para terminar implorando a los dioses para que rindiera en su
trabajo? En vez de exigirle como a un trabajador más.
Desde nuestro
lugar como encargados de la parte mental, la labor que realizamos es
fundamental para ayudar a prevenir estas situaciones desde la raíz (es
decir, desde el proceso formativo) o en su defecto revertirlas,
únicamente necesitamos que los directivos y entrenadores se den cuenta de que
nuestra labor es vital en todo el mundo futbolístico y nos brinden la
oportunidad de demostrarlo.
El entorno de
una persona que es deportista y se dedica a jugar futbol puede cambiar en
cualquier momento con tan solo unas cuantas cifras.
Me ha tocado
mirar algunos casos muy interesantes e impactantes, como el de un jugador de 18
años que el entorno del dinero le pudo haber cambiado drásticamente la
vida: Al principio se transportaba a los entrenamientos en autobús,
un mes después empezó a viajar en taxi, y al siguiente mes ya tenía
un auto del año y casa nueva.
En este caso,
la familia fue el pilar en el cual pudo apoyarse para que lo económico no
afectara su rendimiento deportivo y lo más importante, que no perdiera la
humildad y compromiso con su profesión, pero ¿cuántos casos no han
terminado en carreras olvidadas y vidas ahogadas en deudas, adicciones y hasta
delincuencia o muerte?
¿Te imaginas la inestabilidad que le puedes generar a una persona
acostumbrada a vivir de manera precaria y que de la noche a la mañana sus
ganancias se multipliquen 10, 20 o 30 veces en tan poco tiempo?
Te preguntarás,
¿Y dónde estará la mente del jugador con esas circunstancias? Difícilmente
la tendrá en el campo de juego con tantas distracciones.
No todo en el
futbol tiene que ver con 'la redonda', también hay aspectos en este
medio que es importante tener en cuenta si un jugador desea trascender de
manera exitosa y un aspecto muy importante es lo económico.
Un jugador mal
administrado puede convertirse en esclavo de su destino. Lo
hemos visto muchas veces, jugadores que van de equipo en equipo cada 6 meses
sin un rumbo fijo en donde su calidad queda opacada por situaciones
extracancha.
La vida laboral
del futbolista es aún más corta que la de cualquier profesionista y no
esforzarse al máximo día con día es un lujo que después lo terminan pagando muy
caro.
Lo peor del
caso es que he visto últimamente a los jóvenes de fuerzas básicas que ya no
persiguen un sueño de niño de ser futbolistas; lo que ahora les motiva más es
el dinero, la fama, las fiestas y el reconocimiento;
ya no están dispuestos a luchar a muerte por un lugar, por una oportunidad,
sino que lo quieren todo fácil, lograr sus metas con el más mínimo
esfuerzo.
No se dan
cuenta de que todo eso no es real, es pasajero, no tiene sustancia, es
efímero y por supuesto, es una trampa de la vida para
separar a los que están preparados para el verdadero éxito con los que no lo
merecen.
Y lo peor no es eso... sino que no sólo lo podemos ver en este entorno sino en la sociedad en general.
Como siempre,
me encuentras en Twitter como @elgranxorxes.
Y que siga la buena vida! El futbol
compra a un jugador y vende a una persona
El futbol
compra a un jugador y vende a una persona... Y a lo mejor el título de la nota
no es el adecuado porque como diría Diego Armando Maradona: "La
pelota no se mancha."
El futbol es maravilloso en su esencia, en todo
ese mar de emociones y sensaciones que nos otorga dentro y fuera de la cancha;
el problema real comienza cuando toda esa magia que genera se dispersa cuando
entran los intereses de por medio.
Hemos visto
incontables ejemplos en donde jugadores con una calidad exquisita y totalmente
comprobada presentan una serie de conductas complicadas y la respuesta en
términos generales de los directivos y entrenadores ante ello es simplemente un
"esperemos que logre darse cuenta por sí sólo que está en un error y
nos brinde toda su calidad" y se limitan simplemente a
sujetarse a una esperanza sin fundamentos, sin ahondar en el tema y no dándole
la importancia debida a la situación.
Ante eso, me
han surgido un sinfín de dudas estando en el mundo del futbol y que aún no he
podido resolver...
¿Cómo es posible que estuvieron dispuestos a gastar millones de dólares en
un jugador para terminar implorando a los dioses para que rindiera en su
trabajo? En vez de exigirle como a un trabajador más.
Desde nuestro
lugar como encargados de la parte mental, la labor que realizamos es
fundamental para ayudar a prevenir estas situaciones desde la raíz (es
decir, desde el proceso formativo) o en su defecto revertirlas,
únicamente necesitamos que los directivos y entrenadores se den cuenta de que
nuestra labor es vital en todo el mundo futbolístico y nos brinden la
oportunidad de demostrarlo.
El entorno de
una persona que es deportista y se dedica a jugar futbol puede cambiar en
cualquier momento con tan solo unas cuantas cifras.
Me ha tocado
mirar algunos casos muy interesantes e impactantes, como el de un jugador de 18
años que el entorno del dinero le pudo haber cambiado drásticamente la
vida: Al principio se transportaba a los entrenamientos en autobús,
un mes después empezó a viajar en taxi, y al siguiente mes ya tenía
un auto del año y casa nueva.
En este caso,
la familia fue el pilar en el cual pudo apoyarse para que lo económico no
afectara su rendimiento deportivo y lo más importante, que no perdiera la
humildad y compromiso con su profesión, pero ¿cuántos casos no han
terminado en carreras olvidadas y vidas ahogadas en deudas, adicciones y hasta
delincuencia o muerte?
¿Te imaginas la inestabilidad que le puedes generar a una persona
acostumbrada a vivir de manera precaria y que de la noche a la mañana sus
ganancias se multipliquen 10, 20 o 30 veces en tan poco tiempo?
Te preguntarás,
¿Y dónde estará la mente del jugador con esas circunstancias? Difícilmente
la tendrá en el campo de juego con tantas distracciones.
No todo en el
futbol tiene que ver con 'la redonda', también hay aspectos en este
medio que es importante tener en cuenta si un jugador desea trascender de
manera exitosa y un aspecto muy importante es lo económico.
Un jugador mal
administrado puede convertirse en esclavo de su destino. Lo
hemos visto muchas veces, jugadores que van de equipo en equipo cada 6 meses
sin un rumbo fijo en donde su calidad queda opacada por situaciones
extracancha.
La vida laboral
del futbolista es aún más corta que la de cualquier profesionista y no
esforzarse al máximo día con día es un lujo que después lo terminan pagando muy
caro.
Lo peor del
caso es que he visto últimamente a los jóvenes de fuerzas básicas que ya no
persiguen un sueño de niño de ser futbolistas; lo que ahora les motiva más es
el dinero, la fama, las fiestas y el reconocimiento;
ya no están dispuestos a luchar a muerte por un lugar, por una oportunidad,
sino que lo quieren todo fácil, lograr sus metas con el más mínimo
esfuerzo.
No se dan
cuenta de que todo eso no es real, es pasajero, no tiene sustancia, es
efímero y por supuesto, es una trampa de la vida para
separar a los que están preparados para el verdadero éxito con los que no lo
merecen.
Y lo peor no es eso... sino que no sólo lo podemos ver en este entorno sino en la sociedad en general.
Como siempre,
me encuentras en Twitter como @elgranxorxes.
Y que siga la buena vida!
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