Ads (728x90)



Luis André Rojas (@Luisandrerojas)

Después de un sorpresivo ascenso a la primera categoría del fútbol ecuatoriano en el 2010 y con jóvenes que oscilaban entre 17 y 25 años como carta de presentación, comienza a generar intriga este llamado "equipo chico". Hoy son quienes representan a Ecuador en Copa Libertadores, venden 35.000 entradas en 3 días, junta a hinchas de todos los equipos, dona su taquilla a los damnificados por el terremoto, y deja en el camino a uno de los más grandes de Argentina: River Plate.

Durante estos 6 años, Independiente del Valle ha tenido altas y bajas, siendo los partidos de cierre los que más pesan. En el 2012, con una plantilla totalmente consolidada en la primera fase y peleando con la Liga Deportiva Universitaria de Loja la punta, pasó lo imposible. Un empate le permitió a Barcelona SC llevarse la etapa, rezagando en el segundo lugar a los de Sangolquí.

Y es que para hablar del Independiente del Valle obligatoriamente tenemos que citar a su cuerpo técnico, quienes han sido los encargados de convencer a estos muchachos de lograr grandes gestas, pero… ¿Qué hacen los “del Valle” y como juegan?

Desde que Pablo Repetto, junto a su asistente técnico, Óscar Quagliata asumieron a este joven equipo en el 2012, han mantenido una de las ideologías técnicas más “lógicas” en el fútbol: tener el balón arriba del medio campo con  jugadores creativos y de peso; en otras palabras, atacar para defenderse.

Hoy el mayor puntal de su juego es la ofensiva. Sus principales figuras en el medio campo son Orejuela junto a un “experimentado” Sornoza, mientras que en punta dejan a un José Angulo que está prendidísimo en esta temporada. Su esquema de 4-4-1-1, con Librado Azcona en el arco -que en más de una ocasión se ha convertido en el héroe- tal como lo visto contra Colo Colo y River Plate, encuentra la dosis de seguridad, orden y confianza que necesitan. Por otro lado su saga con Arturo Mina y Luis Caicedo, ha sido la cruz a cargar, la poca comunicación, irregularidad y escaza contención, les ha traído más de un problema; aunque si nos inclinamos por las bandas, con Ayala y Núñez, hallan la conexión necesaria para las diagonales entre los volantes de recuperación y los llamados a buscar los relevos laterales: Bryan Cabezas y Julio Angulo.

Pero esta no es la única variable táctica que ha implantado Repetto para hacerle daño a sus rivales; encontró en un viejo conocido como Junior Sornoza, el “timonel” que complementaría a este equipo, cuyo potente remate de media distancia, buen manejo de la pelota pegada al pie y amplia vista periférica, ayudaría a hacer de José Angulo un goleador innato, muchas veces fallido, pero innato y de los más peligrosos del torneo local.

Para los ecuatorianos este equipo ha hecho más de lo esperado, no nos debe nada, pero mentiríamos si decimos que no queremos más…

Publicar un comentario