Pablo Vitelli (@VitelliPablo)
El ciclo de Pablo Guede en San Lorenzo
arrancó en enero con dudas, pero que se dispersaron con la Supercopa Argentina.
Luego arrancó el campeonato y la Copa, en un semestre que tuvo casi de todo. Un
flojo papel en el ámbito internacional y un torneo con altibajos, fueron parte
de las cosas que vivió el Ciclón en seis meses.
El primer compromiso oficial de Guede
dirigiendo al conjunto de Boedo fue nada más que la Supercopa Argentina ante
Boca. El equipo venía de un verano flojo, pero esa final en Córdoba dispersó
todas las dudas posibles. San Lorenzo goleó 4-0 y se coronó campeón. El título
le daría aire y crédito al técnico para lo que vendría.
La Copa Libertadores arrancó con un
duro golpe en la altura de Quito. Derrota 2-0 con un bajo nivel de juego. El
certamen siguió transcurriendo y el Cuervo no ganó. Ante Toluca fue empate 1-1.
Luego dos partidos ante Gremio, primero en Brasil y luego de local. En ambos
fue superior pero también finalizaron 1-1.
En México, el partido más recordado. El
equipo jugaba mal pero ganaba por un gol, y a falta de ocho minutos Toluca lo
dio vuelta con dos tantos de Uribe. Luego el resultado entre Liga y Gremio no
ayudó y el Ciclón quedó eliminado. Quedaba un compromiso ante Liga, de local, y
fue otro empate.
Así, el equipo entre el torneo y la
Copa acumuló ocho partidos sin ganar. Mientras que un referente del campeón de
América en 2014, Juan Mercier, no era tenido en cuenta.
En la fecha 9, cuando la clasificación
en la Copa pendía de un hilo, hubo un “cambio de chip”. Tras los ocho
encuentros sin conocer los tres puntos, el equipo logró siete victorias
consecutivas en el campeonato local. Racha que se cortó al empatar en la última
jornada ante Banfield.
San Lorenzo le ganó a Belgrano, Godoy
Cruz, quedó eliminado de la Libertadores y luego venció a Rosario Central, Huracán,
Independiente, River y Colón.
Ante los rosarinos se empezó a ver el
cambio. Guede dejó parte de su idea de lado y dejó de arriesgar como lo hacía
en los primeros partidos. Mejoró la parte defensiva y en ese partido, Mercier
ingresó en el segundo tiempo. A partir de allí, le ganó el puesto a Franco
Mussis y fue titular hasta el final del torneo.
Las dudas surgen luego de la final con
Lanús, que fue ampliamente superior. El equipo no estuvo a la altura y sufrió
un duro 4-0, lo que para algunos significó terminar el semestre en un fracaso,
a pesar de clasificar a la Libertadores de 2017. La pregunta que surge es cómo
seguir y cómo afrontar lo que se viene. En lo que queda del año, San Lorenzo
jugará torneo, Copa Sudamericana y Copa Argentina.
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