Hovannes Marsuian (HMarsuian_)
En la actualidad, el fútbol le exige más al portero, más que atajar todos los disparos del rival y mantener la portería a cero. Ahora debe saber cómo jugar con los pies y ser capaz de dar un pase largo a su compañero o tocar para iniciar el ataque de su equipo.
El
guardameta de esta época tiene que entrenar con el balón para comportarse como
un mediocentro más durante las acciones del partido, romper líneas o darle
ventaja a sus compañeros. Una nueva base, en donde destacan varios porteros. Uno
de ellos: Claudio Bravo.
“El portero ahora debe
ser más preciso en el arranque del juego posicional”,
Buffon
sobre el juego con los pies de los porteros en el fútbol actual.
Claudio
Bravo es un portero que brilla lo normal. Cumple sin maravillas ni milagros.
Destaca por ser trabajador y poseer seguridad. Un tipo con colocación,
intuición y, sobre todo, reflejos. Posee una gran lectura de juego, sabe cuándo
salir y apoyar el juego de su equipo.
Su
posicionamiento en el terreno suele ser adelantado. Ejerce
por momento como líbero. Bravo colabora en cuantiosas jugadas a la espalda de
su zaga. Si ve un pase largo del rival, reacciona con la idea de atrapar el
balón – ya sea con las manos o los pies –. Su influencia en el juego va más
allá del área grande. Él posee tranquilidad para responder cada jugada por su concentración,
comprensión y lectura, y, también, por
su físico – portero que tiene buen trote
–.
La
virtud diferente de Claudio Bravo es su juego con los pies.
Tiene una buena derecha, ya lo demostró en la 2009/10 en la Liga Adelante con
la Real Sociedad, donde marcó un gol de tiro libre; pero más allá de eso es un
portero que sabe cómo, cuándo y dónde tocar el balón.
El
chileno posee un toque de balón casi perfecto. Atractivo y, lo importante,
efectivo. Bravo es un accidente necesario para un equipo que exige y quiere
circular con precisión el balón. Su diestra es la de un centrocampista que
puede utilizar las manos.
Para
Guardiola es muy importante un portero que sepa pasar la pelota durante los
partidos. A él no le gustan los “pelotazos”, lo tiene como último recurso; ya
que, el balón pasa por encima de la posesión y llega con posible desventaja
para el equipo. Mientras que, el pase corto le da continuidad y fluidez en la
creación y salida del juego.
Pep
educa. Intenta que sus porteros maduren su comportamiento en el pase como si
fuesen unos centrocampistas. Le da importancia en sus entrenamientos, sobre
todo en los rondos de posesión,
para que se aumente la concentración y velocidad de circulación.
La
figura del portero sirve para crear superioridad en la salida del balón y dar claridad
y continuidad en el inicio y en el reinicio de la jugada.
En
la Premier League, el portero como otro jugador de campo puede ser una función
importante para el juego de acumulación y, sobre todo, contra los rivales con
la función de defensa de hombre a hombre. Capacidad de hacer circular el balón
y salir con ventaja desde atrás. Crucial en el rol de organizar y participar en
la construcción y dominar al contrincante. Claudio Bravo es una ayuda constante
para su equipo. Aporta en todo lo que puede y quiere.
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