Foto: fraseldelfutbol.net |
Por: Héctor Ríos (@FifaPiensa)
Después del idilio de cuatro años entre Sevilla y Unai
Emery, el club español entró en el mercado en búsqueda de otro director técnico
que le garantizara continuar con los cimientos dejados por Unai. Tras una
minuciosa –y costosa- expedición, el club sevillano encontró al individuo capaz
de continuar con los éxitos obtenidos por el club desde la llegada de Ramón
Rodríguez Verdejo ‘Monchi’ al puesto de subdirector general deportivo del club
andaluz. Jorge Sampaoli fue el elegido.
Pasando por un verano turbulento en cuanto a
transferencias y al coqueteo de la Selección Argentina sobre el recién firmado
Sampaoli, el técnico argentino fue confeccionando la plantilla, haciéndola suya
aunque manteniendo algunos conceptos e ideas que fueron base del tricampeonato
europeo sevillista en las pasadas Europa League. Al haber desistido de tomar el
cargo de seleccionador argentino, ‘Monchi’ le cumplió sus caprichos a Sampaoli,
trayéndole las piezas que el requería para optimizar el desarrollo del nuevo
Sevilla.
Casi tres meses después de regresar a Andalucía, esta
vez como entrenador, toca apreciar el trabajo realizado por el club sevillano que actualmente se sitúa
como segundo lugar en La Liga y mantiene un buen trote en la Liga de Campeones
de Europa.
¿A qué se debe el buen momento del Sevilla?
Aunque es muy pronto todavía para que su plantilla
ejecute su idea al nivel más óptimo, Sampaoli ha sabido sacar resultados
importantes durante el inicio de temporada basándose un poco en las atávicas
costumbres dejadas por su predecesor. La presión y el ‘high tempo’ de los
equipos de Emery y los de Sampaoli son en cierta manera parecidas, lo cual ha
facilitado el trabajo de uno de los principales engranajes del juego que el
técnico argentino quiere.
Ayudado por la vastedad de su plantel, el ex DT de
Chile cuenta con un equipo maleable, capaz de adaptarse a jugar con tres
centrales, una línea de cuatro o su predilecta línea de cinco, utilizada muchas
veces durante su tiempo en Chile.
Estas virtudes, por consecuente, atraen algunas
desatenciones y escollos en los que el Sevilla se ha visto expuesto en el
inicio de temporada. Dado a que el equipo gusta de ir y sumar elementos al
frente, le cuesta mucho defender las contras de los rivales; un problema muy
notorio que le costó cuatro goles en la primera jornada vs Espanyol.
Virtudes del Sevilla
Una de las principales virtudes del equipo de Sampaoli
es su capacidad para adaptar su esquema ante los diferentes escenarios del
partido. En lo que va de temporada, el Sevilla ha rotado jugadores y sistemas
que varían desde un 3-5-2 a un 4-2-3-1 y más recientemente con un 5-2-2-1. La
vastedad de la plantilla le ha otorgado a Sampaoli la opción de construir
distintos dibujos sin alterar la esencia de su estilo. Sus diferentes planteamientos
le dan la opción de no solo dominar con el balón, sino también la oportunidad
de usar a los laterales-extremos como un arma de ataque.
En el partido en contra del Espanyol, Sevilla salió de
inicio con un 4-2-3-1 que, a priori, hacía pensar que Franco Vazquez sería el
organizador del equipo jugando en el doble pivote con N’Zonzi. Aunque no fue
así.
Durante el transcurso del partido, el mediocampista
francés se colocaba principalmente entre los dos centrales, dando una opción de
pase a Pareja, que la mayoría del primer tiempo era el encargado de construir
la jugada desde atrás. Tras no contar con un organizador como Ever Banega, la
salida se complicaba y optaban por atacar por las bandas en lugar de construir
por el centro.
El saltar la línea de mediocampistas obligó al Sevilla
a cambiar a un 2-5-3 en fase ofensiva, aprovechando la capacidad asociativa de
Vitolo que arrancaba desde la media punta y terminada la jugada por la banda.
En el partido de Champions vs Dinamo de Zagreb,
Sampaoli planteó el partido con el mismo sistema 4-2-3-1; sistema que sufrió
varios cambios dadas las circunstancias del partido y la propuesta del equipo
rival.
Para contrarrestar el planteamiento defensivo del
Zagreb, el técnico argentino utilizó a Samir Nasri como una especie de
mediocentro-interior, dándole mucha libertad aunque también fuera el encargado
de organizar las transiciones del equipo. Con el rival prácticamente con una
línea de siete y hasta ocho defensores, los laterales subieron mucho su
posición, provocando que Vitolo y Mariano hicieran lo mismo, dejando el medio para
Nasri y el ‘Mudo’, que eran los organizadores de cada jugada sevillista.
Siguiendo el guion de controlar por el centro y buscar
atacar por las bandas fue la manera en que cayó el gol de Nasri. Jugada en la
que el francés fungió de enlace tras robo de balón y abrió el balón hacia
Mariano, para después definir tras un certero movimiento penetrando la línea
defensiva rival.
Otra muestra del manejo de diferentes esquemas de
juego fue el 5-4-1 usado por Sampaoli en el partido en contra del Atlético.
Sampaoli salió con un 5-4-1 con la idea de ganar el
partido utilizando otra vez las bandas, cancelando a los laterales del Atleti,
que depende mucho de lo que generen Juanfran y Filipe Luis cuando se suman al
ataque. Mariano y Escudero aprovechaban para asociarse con Vitolo, que era el
encargado de “agitar” entre líneas.
Entre Escudero, Mariano,
Vitolo y Nasri lograron completar hasta 469 toques vs Atleti, orientando mayor
parte de las jugadas a las bandas.
Publicar un comentario