Por: Cosme González (@Cosmegonzalez)
El
hexagonal final de la CONCACAF rumbo al mundial de Rusia 2018 iniciaba con el
llamado clásico de la zona. México visitaba a los Estados Unidos, y los de
Osorio llegaban cargando en sus espaldas la historia, pues nunca se había
ganado en Columbus. Pero esta vez fue diferente: los aztecas vencieron 2 a 1 a
los norteamericanos.
1.- La formación
Para
este partido, el estratega colombiano Juan Carlos Osorio mandó al terreno de
juego una formación de 1-3-3-1-3, o bien, también se puede ver desde el 1-3-4-3,
con un medio campo formado en rombo. En la portería se decantó por el buen
juego aéreo de Alfredo Talavera; en la defensa, como marcador por derecha estuvo
Diego Reyes; por izquierda, Héctor Moreno y en el centro. el capitán Rafael
Márquez. En el medio campo, estaban como contención Andrés Guardado; como
interior por derecha, Héctor Herrera, e interior por izquierda, Miguel Layún; de
media punta, Giovani Dos Santos. Arriba, como centro delantero, Javier
Hernández; extremo por derecha, Carlos Vela y por izquierda, Jesús Manuel
Corona, ambos a perfil cambiado.
Tomando
en cuenta que los de Jurgen Klinsmann formaron con un 1-4-4-2, la función que desempeñaron
los cuatro mexicanos de arriba fue fundamental, ya que tan solo con su
presencia cambiaron la forma de juego. Tanto Corona por izquierda, como Vela
por derecha, mantenían ocupados a los laterales, quienes estaban más
preocupados por defender que por agregarse al ataque. El Chicharito Hernández
hacía lo propio con los dos centrales, en tanto que Giovani obligaba a uno de
los contenciones a bajar para marcarlo, y casi siempre el que hacia esta función era Bradley, quien se
caracteriza por ser el iniciador del juego norteamericano.
Con
los cambios realizados, primero por lesión de Andrés Guardado para darle
entrada a Carlos Salcedo, y posteriormente con el ingreso de Hugo Ayala e
Hirving Lozano, Rafa Márquez pasó a la contención y la defensa quedó con
Salcedo por derecha, como lo hace habitualmente en la Fiorentina, Ayala en el
centro y Moreno por izquierda. En repetidas ocasiones esta línea pasaba a ser
línea de 4, con la incorporación de Rafa entre centrales o la de Layún como
lateral izquierdo, e incluso llegó a formarse línea de 5 con la incorporación
de ambos. En ese momento entró en escena uno de los principios metodológicos de
Osorio: la versatilidad táctica colectiva. Para el colombiano, tal como lo cita
en su libro “La libreta de Osorio”, una de las cosas más complejas en el futbol
es que todos, o la mayoría de los futbolistas implicados en un partido, en un
mismo momento, piensen, sientan y vivan el juego de la misma manera.
2.- Principio de juego
Para
Juan Carlos Osorio, un principio de juego es un comportamiento colectivo repetido
y sostenido que identifique a un equipo de futbol. Y así fue como se vio el
equipo mexicano en Columbus. La salida del cuadro mexicano siempre la inició
Rafa Márquez, quien inició como central en línea de tres. Para el estratega
colombiano, el objetivo fundamental del inicio y salida es no dividir el balón
y construir superioridades numéricas y posicionales desde la propia línea de
fondo, mediante una circulación que es un intercambio de pases intencionados.
Es
esa circulación, ese intercambio de pases intencionados, lo que el equipo
mexicano buscó para desorganizar a la defensa norteamericana y generar
espacios. Osorio hace referencia al juego de posición como saber ocupar los
lugares y separarse convenientemente de los distintos oponentes. En repetidas
ocasiones se vio al equipo mexicano atraer como imán al rival a ciertas zonas
del campo, para posteriormente mediante el ataque de espacios generar peligro
en el arco rival.
3.- México sin balón
Juan
Carlos Osorio, en su libro “La libreta de Osorio”, define la concentración
defensiva como: “Portar o sumar la mayor cantidad de efectivos posible detrás
de la línea del balón”. Cuando Estados Unidos tenía el balón, la Selección
Nacional mexicana se paraba con un 1-4-3-3, y en ocasiones, y para cerrar más espacios,
se paraba con un 1-4-4-1-1. La defensa quedaba con Rafa y Moreno de centrales;
en las laterales, por derecha Diego Reyes y por izquierda se incrustaba Miguel
Layún. Corona y Vela dejaban de ser extremos y se posicionaban como volantes
para ayudar en la marca a sus laterales, y arriba quedaban Chicharito y
Giovani.
4.- Extremos
Juan
Carlos Osorio gusta de jugar con extremos bien pegados a la banda para darle
amplitud al equipo, y abrir al adversario. Gusta de extremos a perfil cambiado
para que hagan diagonales hacia el centro en pos de crearse espacios y disparar
al arco con pierna hábil, y dos, que el lateral por esa banda o el interior le
hagan la pasada por la espalda para la generación de espacios a la ofensiva. O
bien, como en el primer gol del equipo nacional, Corona se alarga a la banda,
genera espacio en el pasillo interior y por ahí entra Miguel Layún, haciendo
diagonal hacia el centro. Osorio, en su libro, hace referencia en cuestión de
los extremos que busca que encaren, driblen,
eludan a uno o dos y luego finalicen o asistan
al centro delantero y/o a los volantes llegadores.
5.- Determinación
El
equipo mexicano buscó desde el inicio del encuentro el resultado a favor. Rafa
Márquez, en entrevista realizada al término del encuentro, fue contundente y
dijo: “Venimos a escribir una nueva historia”. Así se vio en la cancha el
equipo buscaba recuperar el balón lo más cercano al área contraria, donde
“Chicharito” y Giovani se convertían en los primeros defensas del equipo
nacional.
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