Contrarrestar las virtudes del rival o bien potenciar
propias necesitan de una alta dosis de creatividad táctica. Evidentemente el
conocimiento de tu equipo, así como del contrario es vital para poder hacer más
rico el rico el jugar que se pretende, especialmente si se ve el fútbol como un
organismo vivo con capacidad de adaptación.
En este caso los laterales-interiores en los últimos años
han cobrado una importancia notoria, especialmente para los equipos sumergidos
en la cultura táctica del juego de posición, o bien que optan por un juego
combinativo para dominar con la posesión del balón.
En ataque la función de estos jugadores pueden ser las
siguientes:
- Arrastrar y fijar rivales con el movimiento
que harán de afuera-dentro. Es decir, ellos iniciarán durante la salida de
balón en amplitud, quizás sobre los carriles exteriores, pero su función los
llevará a ocupar carriles internos. Durante este recorrido podrán llevar
consigo jugadores contrarios.
Esta función puede ser en beneficio de los extremos para
que reciban en mejores condiciones -tiempo y espacio- para poder regatear y
desequilibrar. Esto se pudo ver durante la primera temporada de Pep Guardiola
en el Manchester City o con los Tigres de Ricardo Ferretti en México, donde los
laterales iban por dentro acumulando rivales en el centro y liberando a sus
respectivos compañeros en banda para que su juego fuera más efectivo.
- Derivado de la anterior función, en caso de
que los laterales no arrastren rivales hacia el carril interior, el equipo en
posesión obtendrá líneas de pase en el centro del campo y una hipotética
superioridad numérica, debido a su presencia y a los mediocampistas.
- Al estar ocupando el pasillo interior podrán
proporcionar profundidad. Imaginemos que el extremo recibe en banda. Su simple
posición escorada creará espacio interior en beneficio de sus compañeros que
están en el pasillo central, lo que les dará mayor rango y libertad de
movimiento, por lo que podrán tirar desmarques al espacio, ya sea con la intención
de recibir, o bien para limpiarle la diagonal interior al extremo si es que
este juega a perfil cambiado.
De igual forma, en defensa esta función también tiene
influencia, especialmente cuando se pierde el balón.
- Los laterales al interiorizar su posición
brindan la ventaja de poder presionar más cerca de la zona importante: el
carril interior, así que el equipo queda más protegido. Esto se pudo ver en la
tercera temporada de Guardiola en el Bayern Münich, donde Beñat o Alaba y
Rafinha o Lahm quedaban por dentro como mediocampistas formando el famoso “W-W”
por el dibujo que se presentaba.
- Lo mismo pasa en caso de que no se pueda
presionar al instante, ya que al estar ocupando ejes centrales podrán proteger
a los centrales y darles tiempo de ajustar su posición en caso de que tengan de
correr hacia atrás.
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