Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
“Tener la chance de
escuchar una explicación de Guardiola es impagable. Explica por qué jugar desde
atrás. Por qué vale la pena generar superioridad numérica desde la salida”
Willy Caballero.
El debate sobre el viejo o el nuevo fútbol levanta
interesantes debates. Decía Dino Zoff que “lo más viejo que conozco es el balón
y sigue siendo lo más importante”. Lo que Zoff no conoció fue la regla cesión
al portero. Esta impide pasar el balón a ras de suelo al portero y que este lo
recoja con las manos. Esta regla entró en boga a principios de la década
antepasada y es quizá el último cambio de peso que podría separar al fútbol
“viejo” del “nuevo”.
Francisco Maturana buscó sacarle partida al cambio de
reglamento, que para entonces estaba de moda. Contaba con el célebre René
Higuita en su etapa con Atlético Nacional. Con él, podía usar al portero como
un defensa que anticipa al delantero en posesión del balón. Higuita, un meta
con determinación inédita, lograba interceptar arietes y salir jugando de cara
al arco, cualidad que sus compañeros defensas no tenían por venir de retroceder
hacia la cabaña verdolaga.
Ese equipo ganó la Copa Libertadores de 1989 y jugaron el
Mundial de Clubes ante el Milan de Arrigo Sacchi, perdiendo 1-0.
Viajar juntos. Una manera de avanzar con la pelota que
existe desde los años sesenta con el ballet
azul de la Universidad de Chile, pasando por el Ajax holandés diez años más
tarde; que hoy parece asociarse solo con los equipos de Guardiola. Salir por
abajo para hacerlo de forma asociada, buscando superioridad numérica mediante
los constantes relevos de los elementos de salida. Es una tendencia de juego
que ha dado resultado a varios equipos. Y no solo en Europa.
El uso del portero para poder iniciar efectivamente este
modelo de juego es fundamental. La idea es que si el cancerbero sale del área y
posee dos compañeros abiertos por los costados, tenga siempre un hombre libre
–pocos equipos usan tres elementos para presionar alto. Al adelantarse el
portero, viajar juntos es más posible; se requiere menos recorrido para llegar
hacia los jugadores de ataque. De modo que un equipo cuente con once (y no solo
diez) jugadores de campo para hilar juego.
Algo parecido hace Esteban Andrada en Lanús. Jorge Almirón
llegó a confesar que su equipo ha trabajo cerca de cien automatismos de salida.
Esto no es para mecanizar sino para que el futbolista sepa que existen varias
maneras de cumplir con los patrones de juego que el entrenador pide.
Es conveniente señalar que el hecho de que el automatismo
salga bien para unos equipos no hace que en otros sea señal de atraso el salir
en largo. Que haya cierto sector de la prensa que se decante por una forma de
jugar por encima de otra es un debate más entrado en la concepción lúdica individual
que sobre la efectividad.
Porque hay equipos que cuentan con un portero de
excelente volea, lanzamientos manuales o simplemente puntería en saques largos.
Recursos para iniciar juego de manera más directa. Este estilo puede ser
efectivo o no dependiendo del comportamiento ofensivo de los receptores de
estos envíos, pero no tiene por qué ser menos popular que tocando raso del
área.
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