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Diego Sancho (@SanchoDiegoo)

Tomás Rincón mostró buen nivel físico y mental luego de la recuperación de sus dolencias que lo alejaron del Calcio el año pasado. Prueba de ello su limitada actuación en un partido importante ante el Napoli, del cual Gasparini (DT del Genoa) le dio descanso en la mitad del segundo tiempo.

Cualidades de peso muestra el volante venezolano procedente de la Bundesliga: armar jugadas de salida y rápida visión de juego. En el fondo fue regular custodiando incursiones de adversarios hacia la línea final de zagueros, aspecto que deberá dosificar para convertirse en un mediocampista élite en Italia.

Gestación de triangulaciones

El vinotinto pudo iniciar dos jugadas rápidas de toque que le dieron verticalidad al conjunto genovés, una de ellas terminó con gol de su compañero español Iago Falque



Buscando a su compañero entre líneas con Bertolacci sugiriendo la finalización con su rápida corrida hacia la media luna, se entiende de memoria cuando se presenta la ocasión de sorprender con fluidez. En estas acciones se demuestra que el idioma no ha sido impedimento para calar en su primer año en el Genoa.

Aprovechando su privilegiado pase filtrado, apoyado por su capacidad de anticipo digna de mediocentro de liga europea, genera asociaciones hacia afuera con destino a los extremos adeptos para conseguir un rematador en el área. Es perfil de ser volante recuperador, pero va mostrando clarividencia en el planteamiento del estilo italiano.



No todo es perfecto

A la hora del marcaje mostró falencias al darle la espalda al neerlandés De Guzman, que casi le cuesta caro a su escuadra luego de ganarle la posición. Se puede ver cómo a la defensiva el ex Táchira no advierte al futbolista del Napoli.


A los 68 minutos sale remplazado por Juraj Kucka, en orden de resguardar sus piernas aún resentidas de su lesión. Al final Gonzalo Higuaín marcó en posición ilícita y desde el punto penal luego de una inexistente falta en el área para que los napolitanos ganen 2-1, pero el rendimiento colectivo da para que en el transcurrir de las jornadas lleguen mejores resultados.


Pese a la derrota cabe destacar la madurez que, a sus 27 años, pudo mostrar virtudes tácticas para ser la columna vertebral de una oncena. Su carrera cimentada en el balompié criollo y pulidas sus capacidades en el Viejo Continente dan para creer que el tachirense es un potencial capitán de la selección de Venezuela.

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