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Por: Luis Suárez (@Luije77)

El fútbol en la Argentina es la pasión por la que viven muchos, lloran otros y se divierten todos. Para los chicos, la cima del éxito es llegar a un club de Primera, principalmente River Plate, Boca Juniors, Racing, San Lorenzo o Independiente. Los jóvenes con fortuna tienen la oportunidad de llegar al plantel “A” gracias a las inferiores del club. Quienes no corren con dicho privilegio deben esforzarse por resaltar a veces hasta en Segunda.

Un torneo antes de la expansión a 30 del balompié argentino, un chico de apenas 1,71 cm se hacía su propio espacio en un fútbol sumamente competitivo: Alejandro Romero Gamarra, Ciudadela, Argentina (1995).

Cuando apenas comenzaba su ilusión con el balón, probó con River. “El millonario” no tuvo interés en retenerlo, por lo que Huracán decidió apostar por él hasta llegar al primer equipo de Parque Patricios.

Quien tiene contrato hasta 2016, es un jugador gambeteador y asociativo. De la mano del “Turco” Mohamed debutó. El diminuto volante “10” juega con libertad en el esquema de Néstor Apuzzo. Por sus características, cumple con el estereotipo de enganche, pero con tendencia a caer por las bandas y colaborar en labores de sacrificio.

Romero Gamarra es el dueño de la pelota parada del “Globo”, responsabilidad a la que no teme. Tiene el encanto de los jugadores de la calle, esos que enamoran a la grada con un talento inmanente que hace olvidar la rigidez táctica con el hecho de encandilar la pupila con desbordes, humillaciones a los defensores y valor para no temerle a la presión. En su primer partido de Copa Libertadores, “Kaku”  metió un bombazo de 30 metros que acabó en el travesaño del portero Rafael Romo, de Mineros de Guayana (Venezuela).



Selección

“Humbertico” Grondona no ha dejado pasar su talento. Sin embargo, desde Paraguay hubo intención de ofrecerle jugar con la Selección guaraní, ya que los padres del volante de Huracán tienen raíces paraguayas.  La respuesta de la AFA ha sido veloz; de hecho, Romero Gamarra ya está en la preselección del Mundial Sub-20, aunque se perdió el Sudamericano 2015 de la categoría.

A pesar de lo mucho que se ha hablado de Alejandro Romero Gamarra, sus 2 títulos (Copa y Recopa Argentina) y el ascenso con Huracán, es un chico de 20 años. El propio Edgar Davids, leyenda del Ajax de Ámsterdam y Juventus de Turín, estuvo el 8 de abril viendo el Huracán – Universitario de Sucre, posiblemente prestando atención al que lleva la “10”.

En la mente de quien escribe esta nota vuelven las imágenes de Maximiliano Moralez en Racing y Vélez cuando Alejandro Romero Gamarra tiene el balón. Si bien es cierto que el mundialista de Canadá 2007 no ha podido explotar del todo en el Atalanta de Bérgamo, sus condiciones son innegables. El destino afirmará las similitudes entre ambos. 

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