Posteriormente
aparecerían otros equipos capitalinos, como el Marítimo, que viene inspirado
por el Club Sport Marítimo de Portugal. Los años pasaron y se fue organizando
un torneo, que ya para finales de 1980 se contaban con representantes en casi
todos los estados del país. Este año se marcó el renacimiento del Caracas
Futbol Club, cuando la organización Cocodrilos se hiciera cargo del equipo,
convirtiéndose de esa forma en el único “Club” por así decirlo en Venezuela,
con sede, estadio y el primero en utilizar la cantera, de aquí nace un mito, un
hombre hecho leyenda, que muchos le deberían agradecer: Guillermo Valentiner.
En
esa nueva década se había construido un torneo interesante, enganchando al
público por ser agradable y reñido, pero algo paso, y es aquí donde comenzó el
estancamiento de la liga. En este punto comenzó el principio del futuro
desastre: malas decisiones, directivas incompetentes, dirigentes que no sabían
cómo mantener a sus equipos, malas actuaciones a nivel nacional y continental.
Desorganización total, incluso cuando un equipo daba destellos de lo que
presagiaba ser un futuro prometedor, con buenas actuaciones aparecían problemas
económicos, descensos administrativos, directivos o federativos, algo que
parece es lo único constante al pasar los años.
Es
algo loco que se mantiene y que parece nadie trabaja por remediarlo, ventas de
cupos, quiebre de equipos, disminución de puntos, equipos retirados a media
temporada, los problemas parecen nunca acabar, aunado a que la FVF cambia el
formato de la competencia casi de manera anual desde los 90, de esa manera
parece que aprendimos a convivir con la desorganización de la Federación hasta
el punto de hacerlo parte de nuestro futbol y como era de esperarse esto paso
factura, alejando a los inversionistas, empresarios y fanáticos. Sin embargo al
final de la década de los 90, aparecía como una luz de esperanza en el
horizonte, algunos equipos que lograrían despejar el mal estado de nuestro
torneo de manera temporal…
Así
pues fue como comenzó la leyenda de un joven Director Técnico llamado Richard
Páez y su mítico, Estudiantes de Mérida en la Copa Libertadores del 99. Llegaron a
destiempo a la copa, casi un año después de ganar la liga, tal y como sucede
ahora, pero eso no importo, la idea era clara y la identidad de la que tanto
suele hablar el Profe Páez en sus discursos la tuvieron, se la creyeron desde
el primer instante, confiaron en ellos mismo y así fue como comenzaron una
maravillosa cruzada por el continente que los llevo a cuartos de final. Ese
mismo año el Caracas también logró la semifinal de la Copa Merconorte 1999 cayendo ante el Santa Fe en penales.
Unos
pocos años después el Deportivo Táchira lograría también llegar a
cuartos de final de mano de Cesar Farías como DT en la Copa Libertadores 2004. Sorprendentemente
llego de manera invicta pero luego se derrumbarían, la experiencia y calidad
del juego brasileño del São Paulo los hizo caer de manera
avasalladora. Finalmente el Caracas Fútbol Club de “Chita” igualaría el
récord al llegar a cuartos de final de la Copa Libertadores 2009 siendo campeón de
su grupo aunque cayó ante el Gremio de Brasil apenas
por un gol de visitante.
Y
así pues, termina nuestra travesía por la historia de un torneo en el que no
sabes que es realidad y que es ficción.
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