Diego Sancho (@SanchoDiegoo)
La memoria del torcedor ha
quedado minada por el recuerdo de la última presentación mundialista de su
selección en propio feudo. La forma en como los teutones redujeron por completo
a Brasil no tiene precedentes en una historia abundada de magia y éxitos. Se ha
opacado la soberbia con la que el fanático más exigente (en cuanto a
selecciones) vive su fútbol. Pero el
cambio no es exógeno al equipo, es hora de una reinvención desde el seno. Con
este cielo de tormenta llega Dunga.
El estilo de juego
del ex campeón del mundo es más
conservador en el ataque para no
descuidar la zona media y evitar contragolpes que lo desdibujan. Los
amistosos sucesivos a la cita mundialista repiten la idea de evitar riesgos cuando se pierde la
posesión; no quedar expuesto en el fondo.
Su sistema táctico en ataque seguirá siendo peligroso a la hora de inquietar al
guardamenta contrario, con jugadores de sobrado talento y de los mejores clubes
de Europa. Brasil, entre otras cosas, no
quiere volver a sufrir una derrota similar a la de julio del año pasado.
La referencia ofensiva del
plantel tiene nombre propio: Neymar.
Dunga sabe que el azulgrana tiene un potencial incuestionable y ha esbozado un esquema que le favorece en su despliegue
común de juego. Su propuesta de ataque responde a las necesidades de Neymar
para ser determinante en el último tercio de la cancha. El ex Santos tendrá un
rol protagónico en su juego, porque la virtud del equipo es congeniar con él
para precisar cómo salir, transcender y definir. La “verdeamarela” quiere, con su participación en Chile,
levantar la moral –y la Copa América- de la selección más ganadora de trofeos
en el mundo.
Apertura
de los laterales
Los
costados son la zona inicial de la salida del balón. Los
laterales suelen abrirse hasta la raya horizontal, de manera que los centrales
puedan salir en limpio avizorando cual flanco es el más accesible. Los extremos
también se ubican en los costados para enlazar la jugada. Con esta dinámica, la
primera triangulación puede iniciar en los pies de Jefferson. Se busca
aprovechar la amplitud de la cancha, esto es parte de la identidad de la “seleçao”
Proyección
de laterales.
Los laterales pueden fungir como carrileros una vez
consumada la salida. Danilo y Filipe Luis son esperados por Willian y Óscar
respectivamente para arrastrar el
pasillo lateral y conducir para finalizar la acción. Óscar es muy presto a armar paredes con su colega
del Chelsea, mientras que en la relación Willian-Danilo, el lateral se proyecta ante la pausa de su
compañero. Lo cambiante con respecto direcciones técnicas anteriores es que
solo se proyecta un zaguero en el avance. Esto responde a la necesidad de Dunga de contar con
superioridad con la transición defensiva. Como Óscar no podrá estar por
lesión, podríamos ver a Coutinho,
que también juega en el fútbol inglés como extremo izquierdo.
Tarzán
al acecho
Nadie en la selva espera
que un melenudo supere el impenetrable vergel con paso devastador y causando
estragos con una determinación repentina. Algo parecido sucede cuando David
Luiz arranca con el balón una salida vertical típica de aquel Barcelona de Carles Puyol. Cuando los laterales se
encuentran descolgados se puede pecar de
predecible en la formación del asalto, por eso el central del Paris Saint
Germain cambia paradigmas e inicia el “ataque en manada” por adentro.
Contra
en tridente
En base a esta necesidad
de no descuidar la retaguardia, los
contrataques siguen este patrón con un orden básico para lograr llegar con
peligro al área deseada. Este desplazamiento se da cuando un enganche conduce el esférico contemplando a
tres compañeros en movimiento para dividir o buscar el pase entre líneas.
Su gestación puede iniciar con un lateral
o con los movimientos hacia adentro de Neymar. Si la jugada tiene réplica
del contrario, habrá al menos seis hombres esperando la reacción.
Recorridos
interiores blaugranas
Tanto Luis Enrique como
Dunga llevan bien presente que Neymar tiene una gambeta educada para superar rivales por el sector izquierdo. Su
avance inicia del costado y puede llegar hasta zona de rebotes, en él sus
compañeros expanden su radio de acción
para triangular. Lo más importante es que se logre sacar réditos del factor sorpresa. El crack brasileño
sabe leer el momento del rival para lograr hacer daño con sus confusas
diagonales. Cuando ejecuta esta carrera, estamos viendo al mejor jugador brasileño actual en estado puro.
Quinto
hombre
En labores de resguardo hay
un apoyo desde la dupla de contenciones hacia la del fondo para lograr
superioridad en el último bloque. Por lo general se presenta cuando el contrario llega por afuera con oportunidad de
centrar. Con esto se busca rigurosidad al no dejar rebotes cercanos a Jefferson ni de dejar espacios en el área
descompensados. La línea de 5 jugadores puede ser vulnerada con habilitaciones a espalda de los defensores,
Brasil hasta ahora se ha mostrado solvente ejerciendo su posicionamiento
defensivo.
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