Gerónimo Rulli, quien actualmente milita en la Real Sociedad, está enamorando a propios y ajenos con sus actuaciones bajo los tres palos del equipo vasco. El arquero que pasó de ser alcanza pelotas del Estudiantes de La Plata campeón del fútbol argentino en 2006 a ser considerado hoy en día uno de los mejores 14 arqueros sub-23 del mundo.
“Cuando era chico me
fijaba en Chilavert y Óscar Córdoba. Ahora, mis referentes son Buffon y Peter
Cech, pero trato de mirar a varios para copiar y aprender y adaptarlo a mi
juego”, reveló una vez el portero argentino. En Estudiantes logró hacer la
diferencia y dejó una gran huella, siendo el referente de los arquero juveniles
del “pincha”. El reconocimiento a nivel nacional se lo ganó gracias a sus
actuaciones en Estudiantes, y ahora comienza a hacer sus ruido en Europa, como
por ejemplo el medio inglés “Squawka”, que
lo nombró como uno de los 14 mejores porteros sub-23 del mundo.
Desde sus inicios se vio
identificado con la posición de arquero y se hizo hincha de Estudiantes de La
Plata, donde gracias a su padre logró pasar por todas las divisiones de fútbol
infantil. Logró escalar poco a poco, con su notable condición y destacándose en
todas las categorías. En 2010 logró hacer su primera pretemporada con el primer
equipo, preparándose temporada tras temporada para quedarse con la titularidad.
Fue alcanza pelotas del
Estudiantes de La Plata de Diego Simeone en 2006, hasta el pincha del 2009 de
Alejandro Sabella. Logró ver una de las mejores versiones del club en toda su
historia, donde pelearon torneos locales y copas internacionales. Se empapó de
ese equipo, liderado por Juan Sebastián Verón, ídolo del club y, como todo fiel
hincha, de Gerónimo Rulli.
En su primera pretemporada
logró compartir cuarto con Sebastián Verón, quien dormía sólo, pero decidió
acobijar a aquel juvenil. De esta manera, Rulli vivió de cerca la última
temporada del ex Manchester United, compartiendo charlas y viviendo una experiencia
inigualable para Rulli.
El 8 de abril logró hacer
su presentación oficial con Estudiantes, de la mano de Alejandro Sabella, ante
Arsenal de Sarandí. Su debut fue amargado por la derrota por 1 a 0, pero fue a
partir de ese partido que logró imponerse con solidez en el arco Pincha:
mantuvo el arco invicto por 588 minutos, rompiendo el récord histórico de
inbatibilidad del club. Fue la revelación del torneo, mostrando en cada
aparición sus notables condiciones bajo el arco del equipo platense, donde disputó
40 encuentros y sólo le convirtieron 28 goles.
Se destacó por su
sobriedad y prolijidad en el arco. Sus reflejos impresionaron al fútbol
argentino. Su porte físico y, sobre todo, técnico le dan un aire de confianza a
cualquier arco que defienda. En los mano a mano contra los delanteros rivales
demostró ser una muralla difícil de superar. Rápido de mente y piernas, con una
elasticidad que le permite volar a todos lados. A pesar de su corta edad,
también mostró una gran madurez en su puesto, siendo una de las voces de mando
en la defensa de sus equipos. Su serenidad es, tal vez, lo más llamativo, ya
que logra mantenerse calmo y sin presión sin importar el rival; en sus
principios logró anular las delanteras de los equipos grades de argentina
(Boca, River, San Lorenzo, etc) sin problema, y ahora le toca enfrentar a los
mejores delanteros del mundo (la MSN o la BBC, entre otros), sin mostrar
nervios o temor a enfrentar semejantes rivales.
El interés de un club
europeo no tardó en llegar; el Barcelona fue el primer equipo en pretender al
joven arquero de Estudiantes que lograba mantener su arco invicto partido tras
partido. Desde el club pincharrata se manejaron con seriedad y lo mantuvieron
hasta donde pudieron. Fue un grupo inversor el que se llevó el 80% del pase del
arquero argentino por un total de 3,8 millones de dólares -el 20% restantes los
mantiene Estudiantes- en junio de 2014. Llegó cedido a la Real Sociedad el
mismo mercado de pases.
En el equipo vasco logró
imponerse como titular, a pesar de mantenerse un tiempo fuera de las canchas
debido a una lesión que aquejó en sus primeros meses en España, sometiéndose a
una operación en uno de sus pies -específicamente, el quinto metatarsiano-. Por
fortuna, logró volver a la titularidad y hacerse dueño del arco del conjunto de
San Sebastián, disputando un total de 26 encuentros en su primer año. En lo que
va de esta temporada y del 2016, logró disputar 24 partidos con el club español
y sigue mostrando sus cualidades.
Sobre el gran salto que
dio en poco tiempo, de estar en la concentración en City Bell a jugar en la
Liga BBVA contra jugadores que veía por televisión, el platense de 23 años
reflexionó: “Me parecía que los entrenamientos iban a una velocidad
increíblemente rápida, que los jugadores me pateaban con mucha más fuerza, que
tenían incluso más fuerza a la hora de disputar la pelota. Cuando más lo sentí
fue en las primeras semanas, pero con el día a día te vas acostumbrando a esa
velocidad. Se juega a cinco marchas más rápido que en Argentina. Allá se corre
mucho más y se presiona, pero acá tenés que ser muy vivo, muy técnico para
jugar. Cualquier equipo tiene al menos dos o tres jugadores que quizás allá no
se conocen pero que son de una selección de Ucrania, de Polonia y son
excelentes jugadores”.
Rulli es consciente de su
crecimiento como arquero en este tiempo, y reflejó cómo lo ve él: “Me puse a
analizar mis últimos partidos en Estudiantes y ahora soy un arquero
completamente diferente. Desde que llegué a la Real soy mucho más seguro,
concedo menos rebotes. Te acostumbrás a distintas formas de trabajar y cuando
llega el partido notás la diferencia. La mayor es saber qué hacer en situaciones
que tal vez antes no sabía. Jugar dos años contra estos monstruos y a la
velocidad a la que juegan te hacen un mejor arquero”.
Su presente es
destacable, pero su futuro, a este paso, será aún mejor. Fue seleccionado para
las eliminatorias por Gerardo Martino, donde será suplente de Sergio Romero.
Los Juegos Olímpicos de Río 2016, posiblemente, sea la gran chance que tenga
para hacer su debut oficial con la camiseta albiceleste. Posiblemente sea uno
de los arqueros -junto a Augusto Batalla, por ejemplo- que pelee por el puesto
que deje Sergio Romero en la selección.
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