Agustín Vigo (@agusvigo)
Tocar fondo significa estar en el peor de los
estados, en una nebulosa de la cual parece difícil salir. Sin embargo, aquel
estado puede ser tomado como un punto de partida para salir a flote y comenzar
a forjar grandes cosas.
Eso mismo fue lo que sucedió en Lanús en los
años 80, Gilmar el “uruguayo”
Villagrán fue su máximo ídolo por aquel entonces y quien ayudó al “granate” a resurgir. La Pizarra del DT consiguió conversar
con él sobre su época en el equipo argentino y la actualidad del conjunto
clasificado a la final de la Copa Libertadores.
¿Qué
recuerdos tienes de Lanús?
Fue el club que me brindó la posibilidad de
mostrarme como profesional, ya que venía de jugar de forma amateur en Plaza
Colonia, Uruguay. Gracias a Lanús me hice conocido como futbolista y logré ser
un referente para los hinchas del club. Incluso mi hijo nació allí y jugó en
las inferiores.
¿Cuáles
eran las condiciones del club cuando llegaste en 1984 y cuando te fuiste?
Era un club totalmente desconocido para
muchos, venía de jugar en la Primera C, de tocar fondo realmente. En cambio,
cuando me fui en 1993 era otro club, afianzado en Primera División. Lamento
haberme ido pero afortunadamente, Ramón Cabrero me llevó a Los Andes para
continuar mi carrera.
¿Qué
significó Cabrero en tu vida profesional?
Ramón fue el mejor DT que tuve, una gran
persona, consejero, alguien que me marcó desde que llegó en 1984. Fue gracias a
él que jugué de enganche. Más allá de lo futbolístico, rescato la calidad de
persona que fue Ramón, me dolió mucho su partida y no me voy a olvidar de lo que significó en mi vida
y en todo Lanús, tanto por ser el primer entrenador en dar una vuelta olímpica
con el club y por ser una excelente persona.
En
aquellos tiempos, ¿imaginabas que Lanús podía llegar adonde se encuentra hoy?
Siempre soñaba pero parecía una utopía que
llegue a una final de Copa Libertadores. Sin embargo, teniendo en cuenta los
comienzos de Lanús, veía un club que no tenía techo, que con la coherencia de
los dirigentes y las buenas finanzas podía llegar muy lejos. Hoy es uno de los
mejores clubes de argentina, desde el año 1990, con Miguel Russo, que les cambió
la cabeza a los dirigentes, fue un pilar para éste presente de Lanús.
¿Es
posible comparar una final de Copa Libertadores con un ascenso?
Jugar una Libertadores no es para todos, hay
muchos equipos en el continente y son muy pocos los que han llegado a una
final. Asimismo creo que la alegría de una Copa y de festejar un campeonato de
ascenso es lo mismo en cuanto a disfrute. Lo que se vive en el barrio es puro
festejo y una alegría enorme.
¿Qué
destacas del juego de Lanús?
Destaco el juego colectivo, el respeto por la
pelota, el siempre querer salir jugando aún cuando recibe goles en contra por
jugar y no tirar un pelotazo. El trabajo de los “Mellizos” (Barros Schelotto)
le cambió la mentalidad al equipo, en cuanto a salir a buscar en todas las
canchas, no respetar a nadie y tener una identidad de juego propia. Siempre
apostaron al arco rival y ahora Almirón rubricó lo bueno de Schelotto y lo
adaptó a lo que él quería. Cuando Lanús intentó cambiar, como lo hizo con River
en la ida, se vio al peor Lanús, pero cuando volvió a su identidad en la
vuelta, se vislumbró al mejor equipo.
¿Crees
que tiene chances de ganarle a Gremio?
Creo que tiene muchas chances. Tiene las
armas para ser campeón. Los equipos brasileros han cambiado la mentalidad, ya
no son equipos de puro ataque, sino que respetan la pelota, son ordenados y más
combativos. Va a ser un partido muy trabajado, en el cual no van a arriesgar
demasiado, por más que Gremio tenga la obligación por la localía, no se va a
descuidar. Ojalá que salga un lindo partido, espero que gane Lanús pero que sea
lindo para ver.
Si
pudieras entrar al vestuario, ¿qué les dirías a los jugadores?
Me tocó ser capitán durante muchos años, les
diría que lo disfruten porque es algo que no se repite muchas veces en la
historia, que respeten su estilo de juego que es lo que los llevó a la final.
Que todo el pueblo “Granate” está agradecido por llevar al club hasta la final,
esa gente que quizás nunca imaginó ver a su equipo en ese lugar. Les diría que
aprovechen la oportunidad, que toda la familia los va a apoyar y que ésta
chance única se juegue como si fuera la última.
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