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Adolfo Ríos (@adolfoarios)
Que un equipo brasileño de la talla del Gremio consiga una plaza en la final de una Copa Libertadores, nunca representa una sorpresa. Pero a esta calidad que estamos acostumbrados a ver a los equipos brasileños, para sobresalir en competencias de alto nivel como la Copa, hay que agregarle siempre el orden táctico y la convicción en la idea de juego que se desea proponer. Y eso es lo que ha logrado Renato Gaúcho con su Grêmio 2017, a pesar de las variantes de hombres que ha tenido que realizar, explotando las cualidades individuales de sus figuras y consiguiendo hacer daño a sus rivales donde más les duele.

En el arco, la fija indiscutible es Marcelo Grohe, quien inclusive protagonizó una célebre defensa de su arco en la semifinal de ida ante el Barcelona en Guayaquil, que quedará en la historia del fútbol, como una de las tapadas más épicas que se hayan visto.

La línea de 4 defensores, con Edilson, Pedro Geromel, Walter Kannemann y Bruno Cortez. Edilson le ha ganado la posición a Leo Moura, quien terminó alternando en la posición de lateral o también como extremo por el lado derecho. Como una característica casi típica de los equipos brasileños, los laterales acostumbran a proyectarse constamente, y son muy buenos haciéndolo, pero en contraparte demuestran dificultades en su faceta defensiva. Los centrales, Geromel y Kannemann demuestran mucha voluntad, sacrificio y por sobre todo, oficio para cortar. En la secuencia gráfica se ejemplifica el automatismo desarrollado con la proyección de Cortez por izquierda, iniciado con un pivoteo del punta.



Los dos volantes, por delante de la línea defensiva, Arthur y Jailson, resaltando por sobre todo el despliegue de este último. En esta línea, el equipo gaúcho ha sufrido la baja por grave lesión de Maicon, un histórico que representaba el equilibrio del equipo. También Ramiro, hoy habitualmente extremo por derecha, ha sabido cumplir en dicha posición en el primer semestre el año.


La línea de gestación ofensiva, con dos extremos y un mediapunta, compuesta por Ramiro, Luan y Fernandinho en los últimos, ha demostrado también solvencia y como una característica clave: el sacrificio en pos del equipo, como se ha visto en paradas difíciles como la de Guayaquil, donde ambos extremos han colaborado a taponar al Barcelona, por los flancos, que representaban su vía ofensiva más peligrosa. Inteligentes para tirar diagonales en función a la posición ofensiva del equipo, para dentro dando paso a los laterales, o para afuera ofreciendo amplitud a los volantes. Luan, por su parte, uno de los más datos en cuanto a técnica, muy habilidoso en el uno contra uno, ágil para romper líneas y por supuesto, una cuota importante de gol. Renato Gaúcho también ha sabido suplir en esta línea, las bajas que representaron Miller Bolaños y Pedro Rocha, transferidos a mitad de año: una virtud vital y necesaria en este nuevo formato de Copa que dura un año entero.


Finalmente, el punta de lanza, Lucas Barrios, un goleador de experiencia ya reconocido en todo el continente. Hábil para definir con ambas piernas o de cabeza, astuto para ganar posiciones de ventaja en la definición, generoso para salir a hacer de pivote y sacrificado a la hora de encabezar los movimientos de presión.

En la final, se las verá con otro equipo muy ordenado y claro con sus ideas: Lanús, que además ha dado muestras de carácter con su recordada remontada en semifinales ante Ríver. La Copa Libertadores, como de costumbre sigue prometiendo emociones por delante, pero también, un interesante duelo táctico para los apasionados y estudiosos de la pizarra.

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