Juan
Pablo Gatti (@GattiJuan)
La Copa Mundial de la FIFA comenzó historia
en 1930 en tierras montevideanas, pero al haber tantas bajas (los europeos se
negaron a viajar hasta el conteniente de América) no hubo necesidad de disputar
eliminatorias previas. La primera vez en la que se tuvo que realizar dicha
instancia fue en el siguiente certamen, donde incluso el local, Italia, disputó
una serie (ante Grecia) para asegurar su presencia.
Si bien en Europa
las eliminatorias terminaron siendo algo cotidiano desde entonces, en
Sudamérica, las disputas políticas hicieron que estas no se realizaran hasta 1954,
cuando solo Brasil, Chile y Paraguay fueron de la partida. Desde allí hasta
México 1970 siempre se dividieron en zonas de 2 o 3 equipos, clasificando solo
el campeón de cada una.
Los primeros repechajes
Recién para
Alemania 1974 se disputaría el primer repechaje en el sub-continente y sería
uno de los duelos más politizados de la historia. Chile había eliminado en un encuentro desempate a su par de Perú
(Venezuela se retiraría, por lo que el grupo finalmente terminaría siendo de
dos), por lo que le tocaría medirse ante la Unión Soviética, que venía de eliminar a Irlanda y a Francia. El
primer encuentro se disputaría el 26 de septiembre de 1973 (15 días después del
golpe de estado de Augusto Pinochet), quien consideraba al país rojo como un
enemigo, por lo cual la tensión sería enorme.
Entre amenazas de
detención y un clima hostil en el Estadio Lenin, la Chile de Elías Figueroa y
Carlos Caszely logró sacar un gran 0-0 ante el conjunto de Oleg Blokhin, uno de
los mejores jugadores soviéticos de todos los tiempos. La revancha se debió
disputar el 21 de noviembre, pero el gobierno de la URSS decidió retirar a su
combinado, ya que manifestaron que no podían jugar en el Estadio Nacional, que
en aquel entonces sirvió como centro de detenciones y ejecuciones.
La eliminatoria
rumbo a Argentina 1978 fue la única que contó con dos rondas. La primera se
disputó como con tres zonas de tres países, donde los líderes pasarían a
disputar una liguilla final en suelo neutral. Brasil y Perú fueron los dos que consiguieron
el pase para el torneo en tierras vecinas, mientras que el colista de Cali, Bolivia, tuvo que verse las caras ante
otra potencia de la cortina de hierro, Hungría,
que venía de dejar en el camino nada menos que a la URSS. La emoción acabó
pronto: en Budapest los locales golearon 6-0, mientras que luego vencieron también
en La Paz (2-3).
El repechaje no se
disputó en la CONMEBOL en el camino para España 1982 debido al aumento de
países en la competencia. Y cambió de forma para 1986. Los campeones de las
tres zonas se clasificaron a México, mientras que los segundos (y el tercero del
grupo A, el único con cuatro selecciones) disputaron la repesca, a ida y
vuelta. Los resultados de la primera ronda fueron los siguientes:
Paraguay 3-0
Colombia
Colombia 2-1
Paraguay
Chile 4-2 Perú
Perú 0-1 Chile
Así, paraguayos y chilenos cerrarían la
ronda en sudamericana. Pero, como en 1978, la emoción acabaría muy pronto. En
el primer duelo, en Asunción, los guaranís golearían (3-0). La roja apenas conseguiría
empatar (2-2) en Santiago, con lo que se decretaría su eliminación y el pase de
su rival, que volvía a una Copa Mundial después de 28 años.
La década del 90
En 1990, se volvió
a jugar ante un rival de otro continente, lo cual terminó siendo la norma.
Volvieron a ser tres grupos de tres países (Argentina no la disputó por ser el
campeón mundial) y el primero con menor cantidad de puntos disputó la repesca
ante el vencedor de la zona oceánica. Este fue Colombia, quien se medió ante Israel.
En el encuentro de
ida (en el Estadio Metropolitano de Barranquilla) Colombia se llevó el triunfo
por 1-0 gracias a un gol de Albeiro Usuriaga, uno de los tantos jugadores que
terminó siendo asesinados en medio de la violencia casi cotidiana que se vivió
en el país cafetero. En Tel Aviv la selección de René Higuita, Freddy Rincón y
Carlos Valderrama empató sin goles y volvió a un Mundial luego de haber
participado por última vez en 1962.
El siguiente en
tener que disputar un repechaje fue Argentina. Para clasificarse al campeonato
mundial a disputarse en los Estados Unidos en 1994. La CONMEBOL decidió esta vez
formar dos grupos, que debieron ser cinco de países cada uno, pero debido a la
suspensión que arrastró Chile (caso Rojas en 1989), no participó. El Grupo A
contó con cuatro selecciones y el B con cinco (dando dos plazas directas),
mientras que el segundo de la primera zona se enfrentó al ganador de Oceanía.
Esta fue la eliminatoria donde Colombia sorprendió a la Albiceleste en el
Monumental, con un 0-5 de escándalo, pero el equipo de Alfio Basile terminó salvada
gracias al empate entre Perú y Paraguay.
Australia se
clasificó. Y la FIFA volvió a ser injusta con la OFC (Confederación de Fútbol
de Oceanía), esta vez quizás de manera demasiado absurda. No solo tuvieron que
ganar el certamen continental, sino que además tuvieron que jugar ante el
cuarto de la CONCACAF (Canadá), encuentro finalmente decidido por penales. La
Argentina, abatida por los resultados y las críticas, viajó a Sydney, donde
apenas pudo rescatar un empate (1-1), siendo lo más destacado que en sus filas
nuevamente volvió a estar Diego Armando Maradona. En Buenos Aires, el marcador fue
1-0, por lo que los argentinos mantuvieron su pleno de mundiales luego de haber
sido eliminados por Perú en el camino hacia México 1970.
Para Francia 1998 empezaron
a disputarse las Eliminatorias bajo el formato actual, es decir, todos contra
todos. Pero no hubo repechaje en esta oportunidad, ya que Brasil llegó como
campeón global, por lo que no participó y se dieron solamente cuatro plazas
directas.
Siempre Uruguay
Desde el 2002
hasta el 2010 el país que disputaría esta ronda ante un rival de otra
confederación sería nada menos que el ganador de los Mundiales de 1930 y 1950.
Para Corea Japón lograría arribar en el quinto lugar luego de igualar en un encuentro
polémico en Montevideo ante la Argentina (1-1) y su rival sería una Australia que
había terminado de explotar. Había logrado victorias para el Guinness (0-22 a
Tonga, 31-0 a Samoa Americana). Además de cargarse a Nueva Zelanda en la final.
Y no sería un rival tan sencillo, ya que en Melbourne lograrían imponerse por
1-0 ante todo un doble ganador mundial, pero la Celeste, en el Centenario,
impondría todo el peso de la historia, ganando 3-0.
La revancha
llegaría pronto. En el 2006, Uruguay nuevamente finalizaría quinto, luego de
vencer a la Argentina por 1-0 (en otro encuentro que tuvo sus polémicas).
Australia, por su parte, ganaría cómodamente su región, goleando incluso a las
Islas Salomón en la final; pero aquí los australianos harían historia, ya que
perderían 1-0 en Montevideo, sin embargo, en Sydney, lograrían el mismo
resultado, triunfando finalmente 4-2 por penales. Esta sería recién la segunda
derrota de Sudamérica en un repechaje.
En el 2010, camino
hacia Sudáfrica, Uruguay volvió a quedar en el quinto puesto, pero esta vez
porque perdió ante la Argentina en casa (0-1), lo que les quitó la plaza
directa. El viaje fue hasta la cercana Costa Rica, que no consiguió ganar ante
los Estados Unidos (2-2 en Washington), perdiendo también su lugar. En San José,
el equipo de Oscar Tabárez logró un enorme 0-1, para después cerrar la historia
igualando a un gol en Montevideo.
En Brasil 2014
(nuevamente una eliminatoria con nueve equipos), los uruguayos volverían a
finalizar en puesto de repechaje; pero, a diferencia de otros años, esta vez no
sufrirían, ya que su rival sería la gran sorpresa de Asia, Jordania, que se
había cargado en el camino a combinados más potentes como China, Irak o
Uzbekistán. En Amán, los jordanos perderían 0-5. Luego, en Montevideo, la
historia acabaría con un 0-0.
Ahora le tocará el
turno a Perú, que tendrá un duelo de alto nivel ante otro ganador de Oceanía: Nueva Zelanda (Australia no participa más
de la OFC desde el 2006). Los peruanos buscarán la gloria en esta fase previa
que fue muy benevolente con los conjuntos de la CONMEBOL, pero no por ello
deberán confiarse, porque la carga de 36 años sin acudir a un Mundial puede
terminar por volverse muy pesada.
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